Del torrente de 30 millones de sufragios que obtuvo en el 2018 y de los 36 millones en 2024 a Morena ya sólo le queda un chisguete. ¡Se desfondó!
La supremacía guinda duró un suspiro. Mucho menos que el III Tercer Reich de los mil años de dominio que presumían los seguidores de Adolf Hitler. Menos, aún, que los 25 que según José Ángel Gurría predijo que duraría el salinismo… que al sexto se desmoronó.
La aplanadora cuatrotera duró apenas el primer sexenio de López Obrador. En este segundo periodo, a través de la interpósita persona que es Claudia Sheinbaum, AMLO la echó por la borda de este barco aún llamado México, a punto de naufragar.
La jornada electoral federal de este 1 de junio, tanto como las estatales de Durango y Veracruz dan cuenta de esta pérdida de confianza al régimen de Cuarta… Transformación por parte de la inmensa mayoría de la población
Sólo uno de cada diez electores votó por un cambio radical en el Poder Judicial de la Federación con todo y que el aparato propagandístico, tramposo y acarreador del partido (todavía) en el poder se les echó encima.
En Durango, de otra parte, Morena no pudo conquistar la joya de la corona que electoralmente es la capital estatal y, en cuanto al resto de los municipios, quedó en un penoso segundo lugar. El operador del desastre fue Andy López, el mayor de los negociantes –que no negociador– de la política cuatrotera.
En Veracruz, dominada por la delincuencia que eliminó a candidatos que no lo fueron gratos –ya mediante renuncias a sus postulaciones, incluso a mortales balazos– el fraude fue monumental, como en Xalapa en donde la candidata morenista a la alcaldía amaneció con 500 votos que no tenía antes de que todos se fueran a dormir y con ello, aparentemente ganó los comicios al favorito priísta… y aún así perdieron donde presumían que nadie los iba a derrotar.
El 1 de junio se desfondó Morena. Pero también cayeron a tierra no pocos de los mitos que desde su reducido Olimpo han dejado correr entre la población.
Al “pueblo” le valió madre la elección
Para empezar, cayó el mito de que Morena era la nueva aplanadora que, de todas, ganaba todas, como antes lo fue el PRI que engendró al Movimiento obradorista.
Con estrépito rodó el mito que AMLO echó a andar y Sheinbaum puso a correr en el sentido de que el “pueblo” demandaba, exigía, que los juzgadores fuesen electos por voto directo. Al “pueblo” le valió madre la elección llamada judicial.
Cayeron en el descrédito y hasta en la ignominia los operadores de la fracasada farsa. Igual los dirigentes formales como el ya mentado Andy López y Luisa María Alcalde –en ese orden– que los “líderes” de los satélites Verde y del Trabajo, lo mismo que los de las manadas guinda en el Congreso de la Unión, Adán López y Ricardo Monreal, la veintena de gobernadores surgidos de Morena, y los centenares de alcaldes, legisladores federales y estatales que ya no mueven ni mucho menos conmueven. Todos están marcados por un descrédito que es mayor que el alud de anuncios propagandísticos en los medios y en las redes.
Volvió a caer la confianza y la credibilidad en el ya de por sí desprestigiado INE. De organismo ciudadano autónomo, con tanta quemada, ya no quedan ni las cenizas. Toleró que desde Palacio Nacional le impusieran la sobrerrepresentación partidista en la Cámara Baja –más baja que nunca–, desacató órdenes judiciales en las que se les indicaba a sus consejeros que debían suspender los preparativos de la farsa electoral de este domingo, dio luz verde a los “acordeones” y hasta militarizó su salón de sesiones. Falta por ver todavía que trampas accede dócilmente a realizar durante el conteo de los escasos sufragios que durarán todavía una semana más.
Y bastaba ver las primeras planas de algunos medios comerciales impresos ya comprados por el régimen de Cuarta… Transformación para observar también su todavía mayor caída en fiabilidad. Con tipografía de gran tamaño daban vuelo a las campanas que, para ellos, tañían el éxito de la jornada comicial. Ya ni como creerles y menos aún leerles.
Fue por la maldita impunidad, estúpidos
Un mal gobierno, por demás autoritario y corrupto, que no escucha y sí impone, las cotidianas mentiras, la “intolerable alianza” con los narcotraficantes, los cientos de miles de asesinatos, las decenas de masacres, los asaltos en carreteras y caminos, y a impunidad de la que aún gozan los criminales asociados en muchos casos con policías, militares y fiscales son la causa del desplome de Morena.
A ello súmele que estos pésimos gobiernos morenistas, tanto el de AMLO como el de Sheinbaum…
… sin dejar a un lado a gobernadores como el oaxaqueño Salomón Jara, la guerrerense Evelyn Salgado, el poblano Alejandro Armenta, la inexistente Delfina Gómez en el Edomex, el sonorense Alfonso Durazo, la bajacaliforniana Marina Ávila, y sobremanera Rubén Rocha y el tamaulipeco Américo Villarreal Jr., entre otros han dejado al garete a la población en materia de seguridad y…
… todos juntos han sido incapaces de atender el enorme problema por el que atraviesa el sector público destinado a preservar la salud por falta de medicamentos, personal e infraestructura, al tiempo que se incrementan los negocios de funcionarios con recursos destinados a medio solucionar las carencias, mientras que estos causantes del mencionado problema también gozan de impunidad.
Morena está en harapos porque sus grandes ideas de dizque transformación retrotraen a México a las ideas raras, la mayoría heredadas de las décadas de los 60’s y 70’s del siglo anterior…
… por abjurar de los principios –“no mentir, no robar, no traicionar”– que los llevaron al poder…
… por no cumplir los compromisos que AMLO contrajo en sus tres sucesivas campañas presidenciales y que Sheinbaum, todavía más, se comprometió a ampliar y a consolidar…
… por los insultos y mentiras u “otros datos” que cotidianamente se lanzan con toda impunidad desde las matinés electoreras-cómico-musicales de antes y en las “mentiñeras” de ahora…
… igual que por haber exacerbado la polarización en todo el territorio nacional…
… pero, sobre todo, por la desatención a los principales problemas de los mexicanos, tales como seguridad, salud, educación, vivienda, alimentación, control de la inflación, procuración de justicia…
… por haber acabado con la liquidación de Pemex y de la CFE…
… por la desaparición de los organismos constitucionales autónomos que hacían un invaluable contrapeso al poder ahora sí omnímodo del Ejecutivo…
… y, por supuesto, por haber espantado y ahuyentado a la inversión nacional y extranjera, lo que ha repercutido en altos niveles de desempleo formal…
… entre otras muchas otras calamidades más entre la que destaca su corrupción.
Así que, como dice la sobada frase, si las elecciones federales de 2027 fuesen en este momento, Morena apenas si alcanzaría un poco más de ocho millones de votos…
… con todo y el dispendio de recursos públicos y muy posiblemente hasta de la corrupción y del narcotráfico que la 4T “invierte” en cada una de sus promociones electorales.
¡Ocho millones de votos!
¡Nada más!
Indicios
Oye Andy López: ¿Dónde están los millones de nuevos militantes de Morena? ¿Por qué no salieron a votar? La afiliación de 10 millones de ciudadanos más a las filas del partido que fundó tu papi ¿es otro más de tus fracasos en la política… que no en los negocios? * * * Saque su calculadora, como lo hizo ayer mi colega y amiga Lilia Arellano en la grabación del Índice Flamígero que transmitimos por MXN Televisión: Divida los 10 mil millones que oficialmente los contribuyentes le dimos al INE para que organizara la pantomima de elección del último domingo, entre los 13 millones de ciudadanos que acudieron a las urnas. ¿Ya se sorprendió con el resultado? Fueron dilapidados 769 mil pesos por cada votante. Y eso sin contar los miles de millones que se sacaron del erario para la propaganda, los acordeones y la compra de voluntades. ¡Como si la marquesa estuviera para tafetanes! * * * Por hoy es todo. Le reconozco que haya leído este Índice Político y, como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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