La Fuerza Aérea de Estados Unidos movilizó bombarderos B-2 Spirit desde la Base Aérea Whiteman, en Missouri, hacia el Pacífico, en medio de crecientes tensiones entre Israel e Irán y mientras el presidente Donald Trump analiza una posible intervención militar directa.

De acuerdo con Air & Space Forces Magazine, varias aeronaves despegaron este sábado con los distintivos MYTEE11 y MYTEE21, frecuentemente usados por bombarderos estratégicos. Aunque el destino final no ha sido confirmado oficialmente, rastreadores de vuelo y comunicaciones por radio indican que los B-2 fueron reabastecidos en vuelo frente a la costa oeste de Estados Unidos, en ruta hacia el Pacífico.

Según reportes de The New York Times, los bombarderos desplegados pueden transportar bombas GBU-57 de 14 toneladas, conocidas como Rompebúnker (bunker buster), diseñadas para penetrar instalaciones subterráneas altamente reforzadas, como el complejo nuclear iraní de Fordo.

La movilización aérea ocurrió horas antes del retorno de Trump a la Casa Blanca, donde sostuvo una reunión con su equipo de seguridad nacional. Mientras tanto, continúa la incertidumbre sobre si Estados Unidos se sumará formalmente a la “Operación León Naciente” lanzada por Israel el pasado 12 de junio.

Israel intensificó este sábado sus bombardeos sobre objetivos iraníes, afirmando haber matado a tres comandantes de la Guardia Revolucionaria, mientras Irán respondió con misiles balísticos y drones dirigidos a territorio israelí. El Ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gideon Saar, declaró que los ataques han retrasado entre dos y tres años la capacidad nuclear de Irán, aunque reconoció que instalaciones como Fordo no han sido destruidas.

La bomba GBU-57, también llamada Massive Ordnance Penetrator (MOP), mide 6 metros, pesa 14 toneladas y puede perforar hasta 60 metros de concreto reforzado antes de detonar. Solo el B-2 Spirit, un bombardero furtivo del que se estima hay 19 unidades operativas, tiene la capacidad de cargarla y lanzarla. Israel no posee aeronaves capaces de portar este tipo de armamento, y Washington ha bloqueado sus intentos de adquirirlo.

Mientras se endurece la postura estadounidense, el Pentágono ha reforzado su presencia militar en la región con más destructores en el Mediterráneo oriental, el portaaviones USS Nimitz en el área del Comando Central y despliegue adicional de cazas y aviones cisterna en Europa y Medio Oriente.

El presidente Trump advirtió el jueves que Irán tiene un plazo de dos semanas para evitar ataques aéreos de Estados Unidos, y reiteró el viernes que ese es el “límite máximo”.

“Les estoy dando un periodo de tiempo”, dijo. “Diría que dos semanas sería el máximo”.

El lunes Trump pidió evacuar Teherán, y un día después exigió la rendición incondicional de Irán, mientras el viernes descartó que Europa logre una solución diplomática al conflicto.