No es juego de trivia, ¡pero vaya que avanza la ignorancia y con ella la autodestrucción! Y ya que estamos en un perverso “juego de mesa”, ahí les va una pregunta de conocimiento general: ¿qué regímenes tienen el tipo de normatividad que hace que las libertades se echen de menos? ¿Naciones donde se pueden hacer rastreos a tus llamadas en el móvil sin orden judicial y vigilarte en tiempo real? ¿Donde la autoridad accede a datos biométricos o financieros solo porque quiere? ¿Donde obtiene cualquier información, sin necesidad de una autorización procedimental? En resumidas cuentas, ¿dónde se permite ese nivel de vigilancia?
Respuesta: en Estados donde el autoritarismo, con la seguridad pública como excusa, abren paso al control absoluto sobre la ciudadanía. Porque eso es permitir que el gobierno tenga la ubicación en tiempo real de cualquier persona. Totalitarismo.
En la República Democrática del Congo, en la República Democrática de Corea (del Norte), en la República Democrática de Laos o en la extinta República Democrática de Alemania. Sí, todas las autonombradas “República Democrática” son casi casi un aviso de que ni son “repúblicas” y menos “democráticas”.
Aquí se está proponiendo hacer de la CURP una herramienta de vigilancia y monitoreo permanente; llave para abrir los expedientes relativos a todo tipo de información de cualquier individuo. Seamos francos: eso va mucho más allá que a un asunto de seguridad ciudadana; se llama invasión de lo privado.
Otra pregunta podría ser: ¿y eso es bueno para combatir al crimen? La respuesta: de acuerdo a todos los estudios de política comparada, no. NO.
Eso sí, tarde que temprano todos seremos espiados, ya sea porque alguien en la Guardia Nacional o en del Ejército nos hace el feo o porque en razón de las diversas funciones del gobierno, algún burócrata considere que somos personas de interés.
La presidentA Sheinbaum hablaba hace dos días de requerir pruebas de parte de Estados Unidos para entonces considerar lavadores de dinero a los tres actores financieros intervenidos por la CNBV. Pues bien, con ‘la ley espía’, en la 4t no necesitarán esgrimir razón ni prueba alguna, ni siquiera una duda razonable, para meterse en lo más secreto de nuestras vidas.
A partir de ahora se podrán violar derechos fundamentales como la protección de datos personales, la privacidad, la libertad de expresión, la libertad de asociación y, lo peor, no sabremos para qué será usada toda nuestra información, ni se nos tendrá que explicar la razón para escucharnos, seguirnos, restringirnos.
El Congreso mexicano ha estado aprobando reformas que legalizan la vigilancia, el espionaje y la concentración de datos sin controles y sin transparencia. La Ley Antilavado permite a la UIF acceder sin restricción alguna a nuestros datos financieros, sin orden judicial de por medio.
El paquete que se aprueba incluye la ley de la Guardia Nacional (ya militarizada al 100%), la Ley del Sistema Nacional de Inteligencia, la Ley de Población con CURP biométrica obligatoria, la Ley de eliminación de trámites para la “Llave MX’, la reforma en telecomunicaciones que permite la geolocalización. En conjunto se trata de legislaciones abusivas en lo relativo a capacidades de las diversas instancias gubernamentales de meterse en la vida privada de todo el mundo.
El poder espiar a cualquier persona sin ningún tipo de orden judicial solo nos acerca a una impunidad aún mayor a la actual. Se incrementará la vigilancia ilegal y abusiva por parte de las Fuerzas Armadas (u otros miembros del gobierno). Si de por sí se sabe que es práctica reiterada, ahora será legal.
Cuidado activistas, defensores de derechos humanos, madres buscadoras, enfermos de cáncer, investigadores, funcionarios públicos y candidatos. Su información deja de ser privada.
Se inaugura la época del autoritarismo, del colapso del sistema de contrapesos y garantías individuales; volvemos al poder centralizado, autoritario con tintes dictatoriales. Un clavo más al ataúd del Estado de Derecho, una forma más para espantar la inversión. México quedará mal parado con esto la autodestrucción avanza rápido, a la par que la ignorancia.
Tres en Raya
Michelle Bachelet, socialista y ex presidentA de Chile, dijo: las medidas de vigilancia “solo se justifican en circunstancias definidas rigurosamente y con un objetivo legítimo que las haga necesarias”. ¡Qué lejos está quedando la 4t de la izquierda progresista de América Latina!
Por cierto, ojalá los legisladores no pidan el cambio de nombre de nuestro país para ser la Republica Democrática Mexicana. Acabaríamos perdiendo, se los garantizo.