Pasado mañana, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum inicie su noveno mes de gobierno y esté a un año, el lunes, de haber ganado las elecciones del pasado 2 de junio, se llevará a cabo un proceso inédito mediante el cual se elegirá a la mitad de los integrantes del Poder Judicial, que incluye la alineación de la Corte.
Esto parte de la mentira de López Obrador, al recibir, le insisto, su constancia de mayoría como presidente electo de México el 8 de agosto de 2018 en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y que como no puedo de dejar de repetir, lo retomo:
El Ejecutivo no será más el poder de los poderes ni buscará someter a otros poderes. Cada uno actuará en el ámbito de su competencia y la suma de los trabajos respetuosos e independientes fortalecerá la República, y el Estado democrático de derecho transitará del ideal a la realidad. Ofrezco a ustedes, señoras y señores magistrados, así como al resto del Poder Judicial, a los legisladores y a todos los integrantes de las entidades autónomas del Estado, que no habré de entrometerme de manera alguna en las resoluciones que únicamente a ustedes compete.
Y tras eso, el 5 de febrero de 2024, envió al Congreso 18 iniciativas de reformas constitucionales, entre ellas la del Poder Judicial, tras su ofensiva cotidiana y que llegó al punto, contra la Constitución, de querer alargar dos años la presidencia de la Corte de su aliado Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, para que lo acompañara en todo su sexenio, lo que el mismo tribunal constitucional rechazó y él estalló.
Su venganza fue esta reforma que, en septiembre, su Congreso le aprobó fast track y que el domingo cumplirá el trámite: elegir, no se sabe a quiénes, a juezas o jueces, magistradas o magistrados y ministras o ministros en un proceso armado de tal modo que ganarán sus candidatos, que son todos.
Es lo mismo votar que no, porque el resultado ya está descontado con la maquinaria del oficialismo.
Yo, por mi parte, no lo haré. Pero tengo la esperanza de que cuando se consume esta maniobra, surjan juzgadores y juzgadoras justos y honestos, que los debe haber.
Porque no todo puede ser la 4T.
RETALES
1. VOTANTES. El tema de votar o no lo ha polarizado el oficialismo: no votará la derecha reaccionaria, sí el progresismo liberal de Morena. La participación será el tema;
2. NEGACIÓN. Gobernación, la SEP y el Issste mandaron un alegre comunicado el miércoles por la noche celebrando que continúa el diálogo con la Coordinadora mientras ésta niega acuerdos y sus militantes mantienen bloqueos; y
3. INSTRUMENTO. Ayer el INE, a tres días de la jornada del domingo, prohibió el uso de los acordeones que el oficialismo ha distribuido entre los suyos para decirles por quiénes votar. Lo que pasa es que ya están todos repartidos.