Claudia Sheinbaum, presidenta de la República, pidió a Morena no convertirse en un partido de Estado y advirtió que no puede haber colusión con la delincuencia, ni organizada ni de cuello blanco. Lo anterior fue expresado en una carta enviada a la dirigencia nacional y a todos los militantes del partido.
En el documento, Sheinbaum enfatizó que “hay mucho en juego” y llamó a evitar el sectarismo, el pragmatismo sin principios y cualquier vínculo con el crimen organizado. Recordó que el movimiento que encabeza surgió de décadas de lucha y debe conducirse con honestidad, cercanía con el pueblo y austeridad.
“No nos equivoquemos. Morena debe seguir siendo un ejemplo de honestidad”, señaló. Afirmó que el reconocimiento del gobierno proviene de su cercanía con el pueblo y del manejo responsable del poder y los recursos públicos.
La mandataria presentó un decálogo de principios ético-políticos que, dijo, deben regir a Morena. Entre ellos, destacan la unidad basada en principios, la honestidad y sencillez de los militantes, el rechazo a la frivolidad, y la prohibición de prácticas como el nepotismo, influyentismo o el uso de recursos públicos para viajes o propaganda anticipada.
Pidió, además, que los candidatos rumbo a 2027 sean definidos a través de encuestas y bajo reglas claras, sin el uso de espectaculares, campañas de odio o promoción de servicios privados. También subrayó que no deben permitirse campañas ostentosas ni el uso de guardaespaldas, camionetas de lujo o ropa de marca.
Sobre la organización del partido, Sheinbaum recalcó que Morena debe fortalecer su instituto de formación política, mantener la movilización social y garantizar que sus gobiernos cumplan con los principios de austeridad y cercanía con el pueblo.
El texto concluye con un llamado a no olvidar los orígenes del movimiento: “No es llegar al poder por llegar. No es la ambición personal lo que debe guiarnos, sino el bienestar del pueblo”, finalizó.