El asesinato político que más ha sacudido a los mexicanos y que, como reportero me tocó cubrir, fue el de Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia de la República, el miércoles 23 de marzo de 1994, en unos arrabales de Tijuana conocidos como Lomas Taurinas.
Este país se detuvo cuando Liébano Sáenz, sobre una mesa del Hospital General de aquella ciudad, anunció: A las 18:55 horas el licenciado Luis Donaldo Colosio ha muerto.
Ese mismo año y en otro miércoles, el 28 de septiembre, el líder priísta del Congreso, José Francisco Ruiz Massieu, fue asesinado en la calle de Lafragua, por un sujeto que le disparó un solo tiro.
En ambos casos, señalaron como autor intelectual a un Salinas de Gortari, en el primero a Carlos, el presidente, teoría que siempre he rechazado, y en el segundo a su hermano Raúl, al que un juez exoneró tras pasar diez años en la cárcel.
De aquellos homicidios, como en el 92 por ciento de los casos, nunca se supo del autor intelectual.
De allí tengo que saltar al atentado contra Omar García Harfuch, secretario de seguridad en el gobierno de Claudia Sheinbaum, a las 06:35 del viernes 26 de junio de 2020, en plenas Lomas de Chapultepec, del que salvó la vida de milagro. Le dieron tres tiros y mataron a su conductor y a su ayudante de toda la vida.
En esto tengo que citar el de Ciro Gómez Leyva, la noche del jueves 15 de diciembre de 2022, del que la libró por el blindaje.
De ahí, tras la ejecución de la mano derecha del mismo García Harfuch, el domingo 21 de julio de 2024, el Jefe Milton, llego al de los dos colaboradores más cercanos de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, el martes.
Pero ahora, la reacción en el gobierno de la 4T ha sido la de un descontrolado arrojo que, tras el pésame y el dolor, los ha llevado a presumir que nadie va a reforzar sus medidas de seguridad.
¿De verdad, nadie?
Eso es demencial y un delirante reto que en nada fortalece al estado de Derecho, la seguridad, la gobernabilidad ni la democracia.
RETALES
1. CASO. Hasta este momento fue una ejecución perfectamente organizada y consumada. Calculada e informada de un grupo criminal, porque aquí no cabe lo del autor solitario, que les evita buscar al intelectual. El crimen fue de profesionales. Ni huellas, ni móvil, ni sospechosos. El reto es saber quién y por qué;
2. GOLEADA. Hubo quienes ayer quisieron celebrar que el marcador del impuesto a las remesas de nuestros paisanos fue de 3.5 por ciento y no del cinco. Y se atribuyen lo que llaman victoria, cuando fue una derrota contundente; y
3. CRISIS. El Consejo de la Judicatura Federal ya notificó a magistrados y jueces que no tiene dinero para indemnizarlos, porque Nafin, que dirige Luis Antonio Ramírez desde enero de 2022, cedió ese fideicomiso al gobierno federal.