DE MANERA sorpresiva la presidenta Claudia Sheinbaum informó anoche que la conferencia matutina de este jueves se realizará a las 9 de la mañana.
LAS POCAS veces que esto ha ocurrido, un cambio intempestivo de horario, ha sido para abrir espacio a una llamada telefónica con el presidente Donald Trump. Aunque hace quince días no se reveló a qué hora entablaron conversación ambos presidentes, en una plática que según los reportes no estuvo nada tersa.
LA REUNIÓN del gabinete de seguridad, que se realiza a las 6 de la mañana, no ha sido suspendida. ¿Será que se está cocinando un anuncio relacionado con acciones contra criminales que revisarán al amanecer en Palacio Nacional? ¿O viene otra llamada para limar asperezas?

EN UN ABRIR y cerrar de ojos… ¡ya estamos en mayo! Los primeros cuatro meses de este convulso 2025 han pasado tan rápido como el viaje de Katy Perry al espacio. Y, en buena medida, lo agitado que ha estado el año tiene que ver con el chivo en cristalería que despacha en la Casa Blanca.
LOS PRIMEROS 100 días de un gobernante no suelen ser un parámetro real para medir su desempeño, pero en el caso específico de Trump es al revés: han sido 100 mañanas de sobresaltos, 100 mediodías de incredulidades y 100 noches de temores por lo que sucederá al día siguiente.
Y ES QUE, desde su toma de posesión el 20 de enero, el republicano emprendió un auténtico desmantelamiento de las instituciones democráticas de su país, un reacomodo del orden comercial internacional y un replanteamiento de lo que significan los deberes de un Estado. Y nada de eso es un piropo.
DESDE SU guerra comercial sin ton ni son, sus desafíos al Poder Judicial, la expulsión inclusive de niños con ciudadanía norteamericana, el acoso a las universidades o el nombramiento de un antivacunas como secretario de Salud, la Presidencia de Donald Trump ha sido un torbellino… ¡y los 1,360 días que faltan!
EN TAN SÓLO ¡10 minutos!, el Senado aprobó la reforma que autoriza a burócratas de ciertas dependencias a portar armas… cuando “acrediten” que las necesitan.
POR SUPUESTO en la ley no se explica cuáles serán los requisitos que deberán cumplir, pero funcionarios de dependencias como la CFE, Pemex, SAT, Casa de Moneda, Centro Nacional de Inteligencia y Banxico podrían andar armados. También la ley autoriza a ejecutivos de empresas de seguridad privada.
LA JUSTIFICACIÓN, en el caso de los burócratas, es que realizan actividades que ameritan cierto tipo de protección.
LA PREGUNTA inevitable es: ¿por qué unos ciudadanos podrán portar legalmente armas y otros no? Porque los criminales, desde el más alto narco hasta el ratero asalta combis, tienen gran capacidad de fuego y amenazan por igual. Algo no cuadra en esta ecuación.