Nos comentan que el altísimo interés para registrar observadores electorales ante el INE para los próximos comicios judiciales, que causó extrañeza entre los expertos porque supera los registros incluso de elecciones presidenciales pasadas, tiene su explicación en lo que es ya un secreto a voces: que un buen número de los registrados son en realidad parte de la estructura de los llamados servidores de la nación, que a su vez operan para Morena. Nos aseguran que dichos observadores han recibido una línea clara: el interés del partido está en que al Tribunal de Disciplina Judicial y a la Suprema Corte lleguen, sí o sí, los aspirantes con corazón y trayectoria guinda. Así que parte de sus tareas será “defender” que el pueblo “vote libremente” por alguno de los allegados a la llamada 4T. Como si hiciera falta después de la selección de aspirantes ya bastante ladeada en los comités del Legislativo y el Ejecutivo
Nos aseguran maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que, ante lo magro de sus filas, que se reflejó en su movilización del pasado 1 de mayo en la capital del país, en los estados donde aún tienen fuerza, como Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero, buscan convencer a la gente para que se sume a sus manifestaciones del Día del Maestro, aunque sólo se comprometen a costear el traslado. Lo que pretenden los dirigentes centistas, nos dicen, es mostrar músculo ante el gobierno, pero por lo que se ve, no les alcanza. Desde Palacio Nacional nos comentan que la presidenta Claudia Sheinbaum planea reunirse con la dirigencia nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación antes del Día del Maestro, para anunciar un incremento salarial. Y no descartan que también reciba a la CNTE. Veremos si ocurre.
Nos comentan que los integrantes del gabinete federal deben tener siempre presentes y manejar al dedillo los números de su sector, para que no terminen exhibidos. Y si no, pregúntenle al subsecretario de Turismo, Sebastián Ramírez, a quien agarraron “en curva” cuando le preguntaron durante un acto presidencial en Acapulco el monto total de la inversión para el puerto este año. Don Sebastián dijo muy seguro que eran mil 800 millones de pesos. De inmediato, la presidenta Sheinbaum lo corrigió y le dijo que era mucho más. Al final, informó que el monto será de 3 mil millones de pesos, es decir casi el doble de lo que había informado el subsecretario.
Nos cuentan que el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, aprovechó su viaje a Jalisco, en el que se reunió con militantes de Morena, para quejarse amargamente de los reporteros que cubren la fuente legislativa. “Ya no me dan ganas de declararles nada. Pongan lo que quieran, de todas formas es lo que hacen”, dijo muy molesto don Gerardo, a quien últimamente le ha dado por hacerse el incomprendido, ya sea con los petistas que lo acusan de traicionarlos o con los comunicadores que registran lo que dice y hace.