¿Las autoridades mexicanas perseguían a los familiares de Ovidio Guzmán que, según la prensa, salieron del país y se acaban de entregar a las autoridades de Estados Unidos?, le pregunto al secretario Omar García Harfuch.
Por esas cosas difíciles de entender, quizá para no desnivelar un gramo la báscula con Trump y sus halcones, el gobierno mexicano sólo había balbuceado que no tenía información sobre la partida de 17 personas en días recientes, entre ellas la señora Griselda López, madre de los hermanos Ovidio y Jesús Guzmán López.
“La familia que se fue no era objetivo ni eran buscados por las autoridades mexicanas”, me responde el secretario de Seguridad con franqueza, con una sencillez que ensancha la interrogante de por qué la Presidencia de la República y otras áreas no lo comunicaron así. ¿No enfrentaban señalamientos, Omar? “No. Ovidio comenzó una negociación con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y es evidente que al estar su familia yéndose a Estados Unidos es por esta negociación o criterio de oportunidad que le da el propio Departamento de Justicia”. ¿Es un asunto entre acusado y acusador? “Así es”, recalca. Y así es como se desmontan los rumores y desaniman las fantasías. Con información verosímil. Gracias por la información, Omar.