EL EMBAJADOR RONALD JOHNSON va a ser un arma de doble filo en las negociaciones comerciales del T-MEC.
Será un aliado en el tema comercial, pero en la lucha contra los grupos de la delincuencia va a ser un militar implacable y va a utilizar las agencias de inteligencia civil y militar de Estados Unidos.
Su enfoque será trabajar en materia de “seguridad, migración y los temas fronterizos”, como lo anunció al asumir el cargo.
El ex agente de la CIA y de Fuerzas Especiales es un hábil investigador de los vínculos entre políticos, empresarios y dirigentes sociales y sindicales con grupos delincuenciales.
En la mira, el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación, la Nueva Familia Michoacana, el Cártel del Golfo y La Unión, designados ya por el Departamento de Estado, de Marco Rubio, como “terroristas”.
El trabajo de Johnson se enfocará en identificar lavado de dinero y/o operaciones con recursos de procedencia ilícita, pues en la negociación del T-MEC se busca asegurar la probidad moral y económica de quienes participan en el “cuarto de junto” de la renegociación.
En las últimas semanas trascendió la llamada “Lista Marco”, que incluye nombres que nuestro socio comercial identifica como relacionados con actividades ilícitas por su forma opaca de operar.
Aquí hay gobernadores, senadores y alcaldes, como el de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, que desfiló el pasado 1 de Mayo con los trabajadores y algunos sindicatos.
Uno fue el Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC), que encabeza Alejandro Martínez Araiza, quien ha sido señalado por no rendir cuentas y hacer operaciones privadas que dejan muchas dudas.
Y es que varios líderes obreros quieren participar en el nuevo capítulo laboral, pero en la Secretaría de Comercio estadounidense de Howard Lutnick hay mucho recelo sobre varios de ellos.
Tanto el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, de Alfredo Domínguez Marrufo, como el grupo de facilitadores adscrito a la Embajada, han cobijado a líderes que distan mucho de cumplir el perfil que se esperaba con la Reforma Laboral.
Especialmente en empresas norteamericanas establecidas en México o que tienen negocios con Estados Unidos, como Martínez Araiza, cuyo comportamiento ya llamó la atención en materia laboral.
NO PIERDA DE vista lo que le ocurre a New Fortress Energy (NFE) en Estados Unidos. La semana pasada reportó una grave caída en el precio de los títulos en el mercado bursátil de aquel país. Y es que la compañía propiedad de Wes Edens, cercano al exembajador Ken Salazar, enfrenta demandas millonarias por parte de sus accionistas. El empresario basquetbolista que endulzó los oídos de Andrés Manuel López Obrador con los proyectos de gas natural entre ellos el de Lakach, está acusado de fraude en la corte de Nueva York. Junto con él, Chris Guinta, su Director Financiero y responsable de las maniobras engañosas que realizaron en contra de socios y accionistas al haber mentido deliberadamente sobre sus proyecciones de ingresos y crecimiento, en particular del proyecto de gas natural licuado (Fast LNG) en Altamira, Tamaulipas, donde tiene de socio a la CFE. En la industria se preguntan si Emilia Calleja y la secretaria de Energía, Luz Elena González, sabrán que NFE se encuentra en esta problemática y probablemente sea incapaz de seguir adelante en el corto plazo por declararse en quiebra. Los manejos oscuros de Edens ya se sabían. Como le platiqué oportunamente, cuando Edens dejó el proyecto Lakach de gas natural en aguas profundas a finales del 2023, lo hizo mediante una serie de injustificadas explicaciones en las que alegó que el precio del gas natural licuado que produciría y comercializaría de la mano de Pemex no justificaba la inversión de más de mil 500 millones de dólares. También, que el contrato integral de servicios con la paraestatal no tenía suficientes garantías. Lo cierto es que desde aquel momento Edens enfrentaba grandes deudas con proveedores en México y Estados Unidos. Los colaboradores más cercanos se han ido poco a poco. Primero su Jefe de Operaciones, después el Abogado General, el Jefe del Proyecto Altamira y recientemente la Jefa de Contabilidad de la empresa. Nadie se va a quedar a cerrar la puerta. Qué lejos quedaron los tiempos cuando López Obrador y Edens compartieron la mesa de honor en la Casa Blanca. Otra bomba de tiempo que las malas amistades del gobierno lopezobradorista le dejaron a su sucesora.
ADEMÁS DE PALACIO Nacional, que ya tiene a sus seis candidatos para ministros en las personas de Sara Irene Herrerías, Esthela Ríos, Hugo Aguilar, Arístides Guerrero, Giovanni Figueroa y Eduardo Santillán, nombres que se empezaron a mover entres las bases de Morena hace un par de semanas, en el antiguo Palacio de Ayuntamiento también ya tienen a sus prospectos para integrar el Tribunal de Disciplina Judicial, el órgano que a decir de no pocos juristas llegará a ser más poderoso que la propia Suprema Corte de Justicia de la Nacional.
Estos son los nombres que la gente de Clara Brugada, o sea el ala dura de la 4T y de Morena, están empezando a mover en las últimas horas: Sara Alicia Alvarado Avendaño, actualmente asesora de Morena en el Instituto Electoral de la CDMX; Ixchel Saraí Alzaga Alcántara, académica de la UNAM y colaboradora de los gobiernos morenistas en la capital del país; Nayeli Ortiz Quintero, directora ejecutiva de la Unidad de Género en la Secretaría de Seguridad capitalina; Moisés Vergara Trejo, con varios cargos ocupados en el mismo Tribunal Electoral local, y Nicolás Alejo Jerónimo de la Fiscalía General de la República adscrito a la investigación del caso Ayotzinapa.
POR CIERTO QUE la que acaba de salir muy bien evaluada en un análisis de la consultora política Projuc, es Fany Jiménez. La magistrada de la Sala Superior del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Jalisco tiene la calificación más alta de 3 sobre 3, lo que la hace uno de los perfiles que más sobresalen por su alto grado de idoneidad, solidez técnica y ética y una trayectoria que la posiciona muy bien para uno de los cinco lugares en el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial. Tres de esas posiciones serán para mujeres.
EL AEROPUERTO INTERNACIONAL de la Ciudad de México, que dirige Juan José Padilla Olmos, adjudicó de manera directa, por 44 millones de pesos, el contrato para los servicios de bacheo de elementos aeronáuticos, terrestres, plataformas y vialidades en el área operacional de la terminal aérea. La empresa designada para estos trabajos es Laboratorio de Ingeniería, de Juan Fernando Márquez Vega, que inició el servicio el pasado 16 de mayo y deberá concluirlo el próximo 16 de agosto. Llama la atención que esta firma haya sido la elegida, pues a finales del 2023 ese mismo aeropuerto reportó, a través de sus redes sociales, que la cinta asfáltica de la pista 05 Derecha 23 Izquierda reparada por Laboratorio de Ingeniería no contaba con “la calidad adecuada”, lo que llevó a múltiples demoras en los vuelos de las aerolíneas nacionales e internacionales.