La música cesó. La tuba y el clarinete guardaron silencio, mientras que la tambora retumbó una última vez. Los integrantes del grupo musical Fugitivo fueron hallados calcinados dentro de una camioneta cerca de Reynosa, Tamaulipas.

La historia suena como tantas otras. Lo que no quita lo trágico e inhumano. En esta ocasión se les reportó como desaparecidos el domingo 25. Se sabe que llegaron a dar una última presentación en un evento privado y desde entonces familiares y amigos perdieron contacto con ellos; esto obviamente prendió las alertas y así inició la búsqueda para dar con su paradero.

Los familiares señalan que la Fiscalía del estado de Tabasco tardó en iniciar sus pesquisas, no obstante. No solo eso, niegan la versión de la fiscalía estatal del cómo y del porqué finalmente se hallaron los cuerpos. La fiscalía estatal solo confirmó el asesinato de los cinco integrantes, atribuyendo el crimen a una facción del Cártel del Golfo. Aseguran que hay nueve detenidos relacionados con los hechos…

Tal vez en esta ocasión sea diferente a tantos otros casos. Y es que en menos de una semana la fiscalía estatal ya tenía detenidos a sospechosos del crimen. ¿Qué pasará con ellos? Depende de la investigación que realice la propia fiscalía. Desde hace un tiempo, los grupos de música norteña, de tambora y y de banda sinaloense han cantado a los narcotraficantes. La mayoría de las veces enalteciéndolos.

Supongo que se vale señalar a los grupos por asistir a esas fiestas y amenizar sus convites. Lo que sucede es que hasta ahora solo habían sido eso, grupos que alegraban los convivios y cantaban lo que les pedían. Pero a partir de este asesinato los músicos se preguntarán más seriamente qué pueden tocar, para quién tocarlo y por qué tocarlo. ¿Sus canciones pueden ser su sentencia de muerte?

Cuando Los Alegres del Barranco hicieron una apología del crimen y proyectaron imágenes de “El Mencho” en un concierto en Guadalajara, fueran investigados por las autoridades quienes los acudan de hacer apología del delito. A los músicos les quitaran sus visas en Estados Unidos y por lo mismo tuvieron que cancelar sus conciertos en ese país. Pero también en diversos lugares de la geografía nacional.

A otros grupos les ha ido sucediendo cosas similares. En septiembre de 2024, en la feria de Zacatecas, el CJNG lanzó un granadazo durante el concierto de Los Prófugos del Anexo y de Julión Álvarez. A este último le acaban de retirar su visa estadounidense por cantar narcocorridos y porque la justicia estadounidense sospecha el cantante puede tener nexos con el narcotráfico.

La violencia en el país no dispensa a nadie. Sean madres buscadoras, periodistas, jóvenes que busca trabajo, doctores que salvan vidas y, ahora, tampoco a músicos. Nadie está a salvo.

En el caso de la industria de la música, en especial los intérpretes de música de banda, tendrán que preguntarse cómo por un lado la autoridad les prohíbe hacer apología del crimen y les prohíbe cantar loas a criminales, mientras que por el otro lado los criminales ya les enseñaron su peor faceta al matarlos. ¿Qué tendrán* que hacer para poder vivir y que la autoridad no los persiga? ¿Cantar, callar, cantar sin cobrar, preguntar qué pueden cantar?

Grupo Fugitivo muestra apenas una de las facetas por las cuales atraviesan este tipo de asociaciones musicales. Una que convive con el crimen y a los cuales, hoy también les ha cobrado la vida. La música que cantaba la alegría libremente a unos y a otros ha muerto.

Lo que no es de demócratas, señoras y señores

Muy ufanos los integrantes del TEPJF se lanzaron a decir una gran—gigantesca y despreciable— mentira: “llamar a no votar no es de demócratas”. La presidenta Sheinbaum la repite.

Pues no, señoras y señores. Democrático es el votar o no votar si esa es tu convicción. Democrático es también el saber que no votar, y más si es un NO voto masivo, puede mostrar el repudio a unas elecciones amañadas (y digo amañadas por ponerlo de forma suave).

Sería mejor decirles a las autoridades, entonces, que lo que sí es antidemocrático, por no decir un delito, es el fraude electoral que se han armado los de la 4t. El proceso en preparación para las elecciones de mañana lo es.

Vergonzoso, de no demócratas y de un cinismo que espanta, la repartición de acordeones para que la gente sepa por quién votar. El voto —lo que incluye el llenado de la boleta electoral— debe ser personal, libre y secreto. Por ende, el llenar una boleta con un acordeón, hace que ese voto deje de contener lo más fundamental: la libre voluntad del individuo. Podemos decir que no hay democracia en el sufragio ni libertad en el mismo, y que quien ha trastocado todo eso es el régimen.

Claro, la votación libre, personal y secreta no está libre de transas, trampas, marrullerías y mapacherías, pero el grado y el cinismo que se ven ahora no tienen parangón.

Retomando lo dicho por el Tribunal Electoral —“no votar no es de demócratas”—, valdría la pena que recuerden la raíz etimológica de la palabra “democracia”; demos, gente y cratos, poder. Y el poder de la gente, en lo individual y en lo colectivo, se puede enfocar a donde quiera, inclusive a demostrar que esto de la reforma judicial cuatrotera es una vil charada y que no seremos parte de la misma. Eso ES democracia y eso es DE demócratas.

¿Cuántas veces las personas no han asistido a las urnas y dejado con ello un mensaje? ¿Cuántas más han hecho un llamado para que otros hagan lo mismo? Cierto es también que el ausentismo en las urnas no permite que las elecciones sean consideradas nulas (¡lástima!). Mas sí permite dejar un antecedente: “los votantes no creen en determinada elección”.

De hecho, para mayor seña de la demagogia que nos receta la 4t, desafortunadamente una votación nunca de los nuncas ha sido sinónimo de democracia. En Cuba, Venezuela, Rusia se celebran elecciones cada “x” tiempo y todos sabemos que estas son solo una fea pantomima. Que sirven para simular democracia. Resultados sabidos de antemano o, como en Venezuela, aun cuando las pruebas del desaseo y trampas que se hicieron se mostraron a nivel mundial, Nicolas Maduro no permitió que esa democracia le depusiera.

Pero volviendo a México, en el colmo de la desfachatez, la misma presidenta del INE, Guadalupe Taddei avisó que usará su acordeón para votar. Es tan burda la entelequia de que se trata de una elección libre, que es la primera en doblar la testuz, mostrando abiertamente que el voto no es libre ni secreto, tampoco personal. Tampoco el Instituto Electoral imparcial, autónomo e independiente. Y eso que se supone es el órgano garante de unas elecciones libres y secretas. El dicho de su consejera presidenta es una más de las prácticas del oficialismo y de la 4t que muestran que estas “elecciones” están plagadas de elementos antidemocráticos.

¿Otros? El que los votos NO los contará la ciudadanía, como siempre, sino que serán llevados al INE y ahí se certificará quiénes son los ganadores. O la nueva modalidad de acarreo digital. La cual se basa en una plataforma electrónica con datos detallados de ciudadanos, a quienes se les envían los acordeones y se les moviliza para ir a votar de manera… “libre y secreta”. Tan libre que se han detectado pagos a promotores del voto

Vergonzoso, pero también NO democrático, es haber permitido que un candidato que busca ser juez en la CDMX sea considerado como adalid de la justicia cuando cuenta con 36 denuncias de acoso sexual y una investigación por homicidio culposo. Sin olvidar las reuniones —tan priistas todas ellas— para invitar a los empleados del gobierno —voluntariamente a fuerzas— a acudir a votar.

Cierto, el no ir a votar no cambiará los resultados de este magno fraude. Morena y el oficialismo pondrán como jueces y magistrados a muchas personas que no solo no tienen idea del derecho, sino que están liados con huachicoleros y narcotraficantes o que deberían enfrentar la justicia, no impartirla (servirse de ella).

Lo que sí logrará la abstención es reflejar que a la gente no le interesa esta elección. Que la desprecia por despreciable. Y al oficialismo le aterra que de esta manera se evidencie que las elecciones son un fracaso pues nos damos plena cuenta de que han sido inducidas, manipuladas y compradas.

Mañana es el evento oficioso con el cual se da dictatorial sepultura al Estado de derecho. Y porque eso ya está decidido, yo, de forma más que democrática, digo: no seamos parte de esta farsa. Y cuando los de la 4t me llamen ‘no-demócrata’, les diré: a otro con ese cuento.

Verónica Malo Guzmán

Verónica Malo Guzmán es politóloga, consultora política y columnista de opinión. Miembro de International Women’s Forum, destaca por su análisis crítico y su experiencia en temas de política y sociedad.

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