Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) han dicho a sus agremiados que desde hace unos días el titular de la Secretaría de Educación Pública, Mario Delgado, les ha escrito a las y los secretarios generales centistas para pedirles retomar la mesa de diálogo, que encabezan esa dependencia, la Secretaría de Gobernación (Segob) y el ISSSTE. Sin embargo, señalan que lo más seguro es que no acudan a la mesa de diálogo a la que fueron convocados hoy en la sede de la Segob, porque lo que buscan con sus movilizaciones es sentarse con la presidenta Claudia Sheinbaum. Todo indica que si esa es su última palabra, se cansarán de esperar, pues difícilmente las puertas de Palacio Nacional se les abrirán.
Primero fue la intención de ejercer censura presente y futura contra un columnista de EL UNIVERSAL que escribió sobre el huachicol y el Poder Judicial en Tamaulipas. Ahora, el Instituto Electoral de Tamaulipas envía a este diario un requerimiento tan absurdo como ofensivo. Pide que El Gran Diario de México le informe cuánto se pagó para que se publicara ese contenido periodístico. Como estamos seguros de que la ignorancia no puede llegar a esos niveles, no queda otra manera de interpretar la solicitud del Instituto Electoral de Tamaulipas, que no sea la del acoso.
Nos cuentan que después de que el diputado Gildardo Pérez (MC) fuera exhibido por participar en una sesión semipresencial de la Comisión de Transparencia, desde una taquería, salió a defenderse y afirmó que no falta a las sesiones y siempre participa, desde donde esté, y no se esconde como la mayoría de sus compañeros legisladores que no prendieron la cámara de su computadora. Y de paso le hizo promoción a la taquería: “No soy ostentoso, no consumo en lugares donde no se debe, yo lo hago en una taquería porque está limpio, está sabroso, está delicioso, está muy rico”, aseguró don Gildardo, un taquero de corazón.
Ante el repudio del gobierno mexicano al impuesto de 3.5% a las remesas que connacionales que trabajan en Estados Unidos envían a México, nos comentan que un “ejército de mexicanos” en el vecino país alista un envío masivo de cartas a los políticos estadounidenses. Nos cuentan que organizaciones de connacionales han preparado documentos para “bombardear” a los legisladores y hacerles ver el desacuerdo que hay contra este impuesto, que incluso afectaría la economía de Estados Unidos. Además, nos dicen que en caso de que este “ataque” de cartas no surta efecto, se plantean otras acciones como manifestaciones en las calles.
Dificilmente nos haran caso los legislasores que promueven el cobro y yo creo que no pasara nada porque vamos a seguir mandando las remesas a nuestros familiares aunque nos cueste un 3.5 % mas. Mejor seria que el gobierno acabara con la inseguridad de las carreteras para viajar tranquilos cuando vamos a Mexico.