Lo dado a conocer en los últimos días por la periodista Carmen Aristegui resulta verdaderamente siniestro. Aristegui recibió de manos de un exempleado de Televisa 5 terabytes de información sobre supuestas campañas negras emprendidas por esta televisora a fin de destruir la reputación de políticos, empresarios y magistrados, así como de la propia Aristegui, entre otros objetivos.

Se trata de un paquete de chats, correos, órdenes, conversaciones, videos y fotografías preparados desde una oficina conocida como El Palomar, en los que se hace evidente la torva construcción de “historias” tendientes a dañar y destruir a los enemigos de la televisora y, sobre todo, a promover la figura del expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y hoy Coordinador General de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, Arturo Zaldívar.

En las imágenes dadas a conocer en Aristegui Noticias se aprecia cómo empleados de Televisa se prestaron a actuar frente a una cámara, con los rostros y las voces distorsionados, para fingir que eran los padres de una víctima de abuso sexual infantil: el objetivo final era destruir, a través de su hijo adolescente, al magistrado Jorge Arturo Camero Ocampo, adscrito al Décimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa en la Ciudad de México, quien había concedido el amparo que detuvo las obras del Aeropuerto Felipe Ángeles.

Zaldívar suspendió al magistrado, acusándolo de “inconsistencias graves en sus finanzas”. La filtración, bautizada como #TelevisaLeaks, revela que personal de Televisa, así como de la empresa Metrics to index, especializada en campañas negras, desató por medio de bots y de páginas maliciosas una serie de inescrupulosos ataques para quitar del camino a dos posibles rivales de Zaldívar en la ruta hacia la presidencia de la Suprema Corte y el Consejo de la Judicatura: Alberto Pérez Dayán y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Al mismo tiempo se abrieron cuentas para impulsar masivamente al ministro. Según la información presentada, “las operaciones en redes se intensificaron cuando Zaldívar llegó al cargo más importante del Poder Judicial de la Federación”. A los cinco meses de la llegada de Zaldívar, la Suprema Corte premió a sus favorecedores con contratos sin licitación por más de 60 millones de pesos.

No fue todo: dos empleados de la Suprema Corte tuvieron oficinas en Televisa para colaborar en las operaciones y “defender la reputación de Zaldívar”.

Los reportajes presentados por Aristegui muestran las grabaciones, los chats, las páginas maliciosas, el producto final de las campañas negras que se dirigieron, entre otros, contra Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego.

A principios de 2024 una serie de grabaciones dio cuenta de la manera en la que el brazo derecho de Zaldívar, Carlos Alpizar, obligó a un juez de distrito a dictar sentencia en el sentido en que Zaldívar lo deseaba: “Es un encargo del presidente de la Corte”. Todo eso fue grabado por el juez. Para entonces existía una denuncia anónima de más de 30 páginas en las que otros jueces y funcionarios denunciaron que el ministro, y unas 20 personas de su círculo cercano, los habían coaccionado.

Todos ellos habían sido coaccionados, intimidados y presionados para que dictaran resoluciones favorables al gobierno de AMLO. Según esas denuncias Zaldívar presionó y amenazó en temas como el Tren Maya, la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la ya mencionada construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles.

El Consejo de la Judicatura abrió una investigación que en medio de las convulsiones del Poder Judicial quedó paralizada. Más tarde trascendió que se habían abierto en realidad 362 investigaciones derivadas de denuncias anónimas.

En una columna publicada en esos días relaté cómo la magistrada Elba Sánchez Pozos había denunciado la manera en Zaldívar la suspendió y removió por no plegarse a sus deseos.

Arturo Zaldívar salió de la Corte de manera irregular y anticipada para sumarse a la campaña de Claudia Sheinbaum. Fue defendido a capa y espada por López Obrador y por la entonces candidata de Morena.

Los documentos difundidos por Aristegui muestran la manera en que se valió de la televisora más poderosa de habla hispana, ya no para coaccionar, sino incluso para destruir.

Se ha dicho que el exempleado de Televisa que entregó la información tiene problemas siquiátricos. Sí los tiene. Él mismo los ha confesado. Pero esto no impidió que trabajara cinco años en esa empresa y eso no le resta validez a los documentos que extrajo.

Con estas cartas credenciales, entre otras, Arturo Zaldívar opera, para la Presidencia de la República, la reforma del “podrido” sistema judicial e impulsa para se conviertan en ministros, jueces y magistrados, algunos de los integrantes de su equipo más cercano.

Héctor de Mauleón

Héctor de Mauleón es escritor y periodista, fundador de los suplementos culturales Posdata y Confabulario, además de ex subdirector de Nexos. Con un estilo incisivo, se ha consolidado como uno de los columnistas más influyentes de México.

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