Luis R. Conriquez fue abucheado y obligado a abandonar el escenario del Palenque de la Feria Internacional del Caballo Texcoco 2025 la madrugada del sábado 12 de abril, luego de informar que no interpretaría narcocorridos por órdenes del Gobierno del Estado de México. La negativa a cantar piezas como “Presidente” y “El Búho” provocó que parte del público lanzara objetos al escenario, destruyera instrumentos y agrediera al equipo técnico, generando pérdidas por más de cuatro millones de pesos, según su representante, Freddy Pérez.
La censura fue comunicada al artista horas antes del evento, como parte de una política estatal para evitar la apología del crimen organizado. El presidente municipal de Texcoco, Nazario Gutiérrez Martínez, confirmó que la instrucción fue acatada por los organizadores del evento y por el propio cantante. “Querían escucharlo con los corridos famosos (…) La respuesta del público fue lo que nos sorprendió mucho”, declaró en entrevista.
Los asistentes reclamaban enérgicamente la interpretación de “Presidente”, tema estrenado el 21 de octubre de 2024 e interpretado por Natanael Cano, Gabito Ballesteros, Neton Vega y el propio Conriquez. La canción incluye referencias explícitas a redes de narcotráfico, tráfico de armas, lujos, violencia y figuras reales del crimen organizado, como Juan Carlos Valencia González “El R-3” y Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, líderes del CJNG.
Pasajes como “Hasta en Bugatti la cocaine llega hasta Medio Oriente”, “las armas exportadas me las mandan en paquete, llegan de Rusia a Jalisco” o “a la orden del Tres y también del M” llevaron a que autoridades consideraran la canción como ejemplo de glorificación criminal. El uso de plataformas como Telegram, marcas de lujo, vehículos blindados y vocabulario asociado al narco se encuentran en la narrativa de esta pieza musical.
“El Búho”, también mencionado por el público en Texcoco, relata la vida de un joven narco en el corredor Tijuana-San Diego, con vínculos a Culiacán. Aunque no menciona directamente cárteles, se centra en temas como el tráfico de droga, el rechazo a la educación formal, enfrentamientos con la autoridad y el uso de claves numéricas para estructuras de mando: “Mando saludos pa’l Cinco, al Dos y al Once”.
Desde el escenario, Luis R. Conriquez explicó al público que la decisión no fue suya: “Es una ley que se tiene que respetar. Yo también me siento mal por no cantarles lo que ustedes quieren escuchar”. La situación escaló en minutos. Videos compartidos en redes muestran cómo la multitud lanzó botellas y objetos mientras coreaba los nombres de las canciones prohibidas.
El representante del artista denunció los hechos a través de un comunicado en Instagram, donde aseguró que el cantante solo obedeció la disposición oficial y responsabilizó al público por los destrozos. La Secretaría de Seguridad del Estado de México había advertido días antes que los espectáculos que hicieran apología de la violencia podrían ser sancionados, incluso con prisión.
A nivel nacional, estados como Nayarit, Baja California, Chihuahua y Quintana Roo han aplicado restricciones similares. El gobierno federal, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, lanzó recientemente un concurso binacional de música “por la paz”, con el objetivo de contrarrestar la influencia de los narcocorridos entre jóvenes de México y Estados Unidos.