La política comercial proteccionista impulsada por Donald Trump durante su segunda administración ha generado afectaciones directas a las entidades mexicanas con mayor dependencia del comercio con Estados Unidos. Chihuahua, Nuevo León, Baja California, Jalisco, Tamaulipas, Coahuila y Sonora concentran el 80% del valor total de exportaciones mexicanas hacia ese país, de acuerdo con datos preliminares de la Secretaría de Economía (SE).
Durante abril, se registró un aumento sin precedentes en los gravámenes impuestos por Washington, marcando lo que algunos analistas ya denominan como una nueva etapa en el comercio internacional. “El Día de la Liberación”, como lo llamó Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex, marca el punto más alto de tensión arancelaria en lo que va del segundo mandato del presidente estadounidense.
Aunque México no fue incluido directamente en los aranceles recíprocos anunciados, persiste un ambiente de incertidumbre debido a que el gobierno estadounidense mantiene el uso de tarifas como herramienta de presión. Entre los casos más recientes destacan la advertencia por el adeudo de agua y la cuota compensatoria de 20.91% impuesta a las exportaciones de jitomate mexicano.
Chihuahua encabeza la lista de estados vulnerables, con exportaciones por 75.4 mil millones de dólares, de las cuales más del 80% se destinaron a Estados Unidos. Le siguen Nuevo León, con 57.3 mil millones, y Baja California, con 55.6 mil millones, ambas con niveles similares de exposición al mercado estadounidense.
En cuanto a los sectores más afectados, predominan la fabricación de equipo electrónico, de transporte y maquinaria industrial, que representan una parte sustancial del comercio exterior de estas entidades. En Jalisco, por ejemplo, más de la mitad de las exportaciones son de equipo electrónico, mientras que en Coahuila y Sonora los sectores automotriz y de autopartes tienen un peso considerable.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Base, advirtió que solo 45% de los bienes exportados de México a Estados Unidos cumplen actualmente con los requisitos del T-MEC, lo que expone al resto a aranceles de al menos 25%. Las industrias que no cumplan podrían perder competitividad en un entorno cada vez más restrictivo.
La política arancelaria de Trump también ha intensificado las tensiones con otros 180 países, lo que, según analistas, podría ralentizar aún más el crecimiento del comercio global.