Ciudad de El Vaticano.- Es verdad que el fallecimiento de un papa produce un alud de sentimientos, de tristeza, primero, por la irrupción de la muerte, siempre indeseada, de tristeza y de ambiciones de hombres y facciones por el espacio que abre a los integrantes del Colegio Cardenalicio al elegir a un nuevo sucesor de Pedro.

Con la muerte de un pontífice, vienen el elogio a los muertos, a méritos y a su innegable valentía por el hecho de ocupar esa cátedra, pero también surgen los reclamos y reproches de sus críticos: por lo que hizo, por lo que no quiso, no pudo o dejo de hacer.

Es la condición humana.

Y de la mano con la partida de un obispo de Roma se abre la batalla por la sucesión de ese trono de Pedro, hoy sede vacante.

Siempre ha sido así y ahora no tiene por qué ser de otro modo.

Yo siempre me he negado a caer en el juego de los papábiles que, he dicho, entran cardenales al cónclave y del cónclave salen cardenales.

Y si me voy a los cuatro cónclaves que me han tocado cubrir desde el 26 de agosto de 1978, este será el quinto, cuando los cardenales se decantaron por el Patriarca de Venecia, Albino Luciani, tengo claro que ese futurismo vaticano es un ejercicio inútil y a veces, perverso.

Así se reiteró el 16 de octubre de aquel 1978, con la elección del primer obispo romano no italiano en 600 años, Karol Wojtyla que llegó del frío, de su Polonia perseguida.

Quizá no tanto con Ratzinger, el 19 de abril de 2005, pero sí con su sorpresiva renuncia del 3 de febrero de 2013 y el surgimiento en el cónclave del mes siguiente, el 13 de marzo, del primero latinoamericano, el argentino Bergoglio, Francisco, cuyos restos estarán expuestos en la basílica de San Pedro hasta hoy a las siete de tarde, cuando cierren su ataúd y mañana sea colocado en la basílica de Santa María Maggiore, como decidió y no en las grutas vaticanas donde yacen sus antecesores.

Por eso, cuando me preguntan a quién veo como nuevo papa respondo la verdad: no sé, ni tengo idea, pero será el que necesite el mundo, ahora, en el inicio de esta nueva era global.

RETALES

1. Visita.- Hoy llega Rosa Icela Rodríguez para asistir a los funerales del papa Francisco, mañana, con la representación del gobierno de México. La titular de Segob había solicitado, antes de la crisis de salud, una cita con Bergoglio para hablar del caso de los migrantes;

2. Elección.- Ahora se espera que la presidenta sheinbaum acuda a la misa de inicio de pontificado del sucesor de francisco, que será a los cinco días de electo en el cónclave; y

3. Visita.-  Quien ha participado en ritos y liturgias a la muerte del papa, es el cardenal emérito norberto rivera, quien interviene en las congregaciones, pero ya no es elector.

Joaquín López-Dóriga

Joaquín López-Dóriga es un periodista y conductor de noticieros. Fue titular de El Noticiero en Televisa (2000-2016) y desde 1994 conduce su noticiario en Radio Fórmula, consolidándose como una de las voces más influyentes en el periodismo mexicano.

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