De la nada, o tal vez mirándose al espejo mientras peinaba su “beautiful” cabellera, Trump escribió temprano que los cruces en la frontera con México marcaron un récord a la baja en marzo. Era información vieja, se dio a conocer hace dos semanas. Pero, en efecto, la entrada de migrantes a Estados Unidos en marzo registró un históricamente bajo número de siete mil 180 personas. En marzo de 2024, por ejemplo, el total fue de 137 mil 480. Un éxito por donde se le vea de un gobierno inmisericorde con los migrantes e ilegales. En ese éxito, algo o mucho ha tenido que ver el gobierno de la presidenta Sheinbaum y el despliegue de 10 mil policías o soldados mexicanos para hacerle la vida más difícil a los migrantes que, aun en esas circunstancias, anhelaban un futuro en aquel país. Y en ese despliegue, algo o mucho ha tenido que ver el titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño. La Presidenta anunció en octubre que lo relevaría del cargo, pero ahí lo mantuvo. Ayer, coincidiendo con el autoelogio de Trump, anunció que, ahora sí, el primero de mayo se va Garduño. Solidario con los que cumplen, el gobierno seguramente lo dejará ir en paz por su desempeño en los últimos meses, sin perturbarlo por los migrantes calcinados en Juárez y otros, no pocos, relatos horribles.

Ciro Gómez Leyva

Ciro Gómez Leyva es periodista y escritor, reconocido con premios como el Rodolfo Walsh y el Nacional de Locución. Conduce Ciro por la Mañana en Radio Fórmula y es autor de la columna 365 días, consolidándose como una de las voces más influyentes del periodismo mexicano.

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