El peso mexicano cerró este lunes con una depreciación del 1.32%, cotizando en 20.71 unidades por dólar, arrastrado por la caída generalizada de los mercados internacionales, pese a que México fue excluido de los “aranceles recíprocos” anunciados por el presidente estadounidense, Donald Trump. En solo dos días, la moneda nacional ha perdido 3.88% de su valor, equivalente a 77.3 centavos, en un contexto de creciente incertidumbre financiera global.
La primera fase del paquete arancelario estadounidense, que impone un 10% general a todas las importaciones, entró en vigor el sábado, mientras que la segunda fase, con tarifas de entre 11% y 50%, se aplicará a partir de este miércoles. Los mercados esperaban una prórroga en los plazos, pero no hubo anuncio alguno, lo que intensificó la volatilidad.
Analistas explican que el conflicto entre China y Estados Unidos ha generado un riesgo sistémico global, que afecta especialmente a monedas de economías emergentes como el peso mexicano. “El peso es un activo de inversión, por eso sufre cuando hay incertidumbre”, explicó Gabriela Sieller, de Banco Base.
En el corto plazo se anticipa una mayor volatilidad, con el peso oscilando hasta los 21.29 pesos por dólar, advirtió Sieller. Gerardo Esquivel, por su parte, señaló que México dependerá del rumbo económico de Estados Unidos, ya que una eventual recesión en ese país también impactaría a la economía mexicana.
La caída del precio del petróleo —que alcanzó su nivel más bajo en cuatro años— también forma parte del escenario. Aunque el crudo ya no representa el mismo peso en las finanzas públicas, analistas advierten que podría afectar indirectamente por las necesidades de financiamiento de Pemex, que sigue recibiendo apoyos del Gobierno federal.
En el mediano plazo, México podría beneficiarse si se consolida el fenómeno del “nearshoring”, es decir, el traslado de fábricas más cerca del mercado estadounidense. Sectores como el textil, el de muebles, artículos deportivos y electrónicos serían los más beneficiados si empresas que actualmente operan en Asia deciden instalarse en territorio mexicano para evitar los aranceles.
Sin embargo, advierten que todo dependerá de la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). “Los inversores buscan certezas”, explicó Janneth Quiroz, analista de Monex, al subrayar que México también deberá definir su postura frente a países como China, lo que podría influir en la atracción de nuevas inversiones.
De mantenerse la inestabilidad actual, México podría entrar oficialmente en recesión si se confirma la contracción de abril, de acuerdo con los analistas. A largo plazo, se prevé que la volatilidad disminuya, pero el riesgo de nuevas crisis se mantendrá. La renegociación del TMEC, según especialistas, será clave para disipar la incertidumbre comercial en la región.