Continúo con el análisis de inteligencia artificial que me entrego Sebastián Tonda — @sebastiantonda—, de la empresa Genia.

¿Quién podría ser el nuevo pontífice? Es la pregunta que se hizo a la IA. Enseguida el texto que el autor del libro Irremplazables: cómo sobrevivir a la inteligencia artificial (Editorial Elefanta, 2023):

Empiezo por dos perfiles que la inteligencia artificial encuentra para ser contrapesos a Trump desde el Vaticano:

1. Matteo Zuppi.

Un cardenal que podría actuar como contrapeso a políticas como las de Donald Trump, particularmente respecto a temas de migración, nacionalismo y justicia social, sería probablemente Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia (Italia). ¿Por qué Zuppi?

  • Enfoque social progresista: Es conocido por su fuerte compromiso con causas sociales, defensa de migrantes, refugiados y derechos humanos, puntos que frecuentemente contrastan con las políticas impulsadas por Trump.
  • Vínculos con Sant’Egidio: Su asociación con la comunidad de Sant’Egidio lo ha involucrado directamente en mediaciones internacionales, promoción del diálogo, y en proyectos humanitarios que van en sentido opuesto al aislacionismo.
  • Perfil mediático y comunicativo: Tiene la capacidad de generar impacto mediático significativo, posicionando claramente a la iglesia en debates públicos contra políticas vistas como excluyentes o contrarias a los valores del catolicismo social.

2. Antonio Tagle.

Otro cardenal que podría tener un perfil parecido es Luis Antonio Tagle (Filipinas), debido a su discurso enfocado en la solidaridad global, su énfasis en los derechos humanos, su capacidad para hablar claramente en escenarios internacionales y su postura moderada pero firme en defensa de los migrantes y refugiados, una línea marcadamente diferente a la del expresidente Trump.

Ambos cardenales podrían ejercer, desde el Vaticano, un liderazgo ético y mediático opuesto a políticas aislacionistas o restrictivas como las asociadas al presidente de Estados Unidos.

Los favoritos.

Tras el fallecimiento del papa Francisco, el Colegio Cardenalicio se prepara para un cónclave que definirá el rumbo de la iglesia católica. A nivel global se mencionan varios cardenales papables (posibles sucesores) con perfiles muy diversos. La elección dependerá en buena medida de si los cardenales optan por continuar las reformas progresistas de Francisco o dar un giro más conservador. A continuación, presentamos a los principales candidatos de diversas regiones, evaluándolos según criterios políticos clave: su inclinación ideológica, postura en temas sociales polémicos, influencia política en el Vaticano, trayectoria en cargos eclesiales de peso y grado de aceptación entre distintas corrientes dentro de la Iglesia.

1. Matteo Zuppi (Italia, 69 años). Cardenal progresista continuista.

El arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana es visto como el candidato más continuista respecto del legado reformista de Francisco.

Pertenece al ala progresista de la iglesia y destaca por su enfoque social. Vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio, ha trabajado en mediación de paz y ayuda a los pobres. En su diócesis ha mostrado apertura en temas sociales: ha bendecido parejas homosexuales y permitido la comunión a divorciados vueltos a casar, no se opone a que el celibato sacerdotal sea opcional, y está comprometido con causas medioambientales.

Estas posturas progresistas generan entusiasmo entre los reformistas pero también resistencias entre los sectores conservadores del Colegio Cardenalicio. Zuppi cuenta con una trayectoria principalmente pastoral (párroco, obispo y luego cardenal en 2019) y cierta influencia en la iglesia italiana, aunque no ha ocupado altos cargos en la curia romana. Su procedencia italiana podría ser un factor a favor tras décadas sin un papa italiano.

2. Robert Sarah (Guinea, 79 años). Cardenal tradicionalista del ala conservadora.

Prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino, es uno de los grandes referentes del ala ultraconservadora de la iglesia. Defensor firme de la tradición doctrinal, ha sido crítico frontal de varias aperturas de Francisco. Por ejemplo, Sarah se opone tajantemente a cualquier cambio en cuestiones como la ordenación de mujeres (incluso al diaconado femenino) y calificó de “herejía” la bendición de parejas homosexuales.

También ha defendido el celibato sacerdotal obligatorio y una liturgia más tradicional, llegando a coautorizar en 2020 –junto al papa emérito Benedicto XVI– un libro en defensa del celibato clerical, visto como desafío a la línea de Francisco.

En lo social, denuncia la “ideología de género” como una amenaza para la sociedad. Políticamente, Sarah intentó erigirse en una especie de “autoridad paralela” conservadora durante el pontificado anterior. A pesar de ser muy respetado en África y por católicos tradicionalistas, su influencia real dentro del Colegio Cardenalicio es limitada debido a su perfil polarizador. Su trayectoria es dilatada (fue el obispo más joven del mundo con 34 años, luego presidente de Cor Unum y prefecto en la Curia), pero su edad avanzada y posiciones inflexibles podrían dificultar que alcance un consenso amplio. No obstante, de ser elegido marcaría un giro drástico hacia el tradicionalismo doctrinal.

3. Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años). Cardenal reformista de Asia.

Luis Antonio Chito Tagle es un fuerte contendiente del ala reformista. Exarzobispo de Manila y actual prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Tagle es cercano al legado de Francisco: es carismático, humilde y defensor de la justicia social, con gran capacidad de comunicación.

Se le considera favorito del ala reformista y posible heredero espiritual de Francisco. En cuanto a sus posturas sociales, Tagle ha mostrado cierta ambivalencia: se mantiene doctrinalmente firme contra el aborto y la eutanasia, pero ha pedido evitar un lenguaje condenatorio hacia las personas LGBTQ+. Defiende además la encíclica ecológica Laudato Si’ y cree necesario debatir el celibato opcional de los sacerdotes. Políticamente, Tagle ha sido uno de los hombres de confianza de Francisco, con amplia red de contactos global gracias a sus estudios y servicio (habla 6 idiomas y ha viajado por el mundo).

Su trayectoria combina experiencia pastoral y curial: en 2012 lo hizo cardenal Benedicto XVI y luego fue elevado a prefecto en el Vaticano por Francisco. Muchos lo ven con la visión global que la iglesia necesita, e incluso sería un gesto histórico elegirlo como el primer Papa asiático, dado el creciente peso demográfico de Asia en el catolicismo.

Su reto podría ser convencer a los cardenales más conservadores, ya que algunos lo perciben como muy alineado con Francisco, aunque sus posiciones moderadas en doctrina podrían facilitar cierto consenso.

4. Pietro Parolin (Italia, 70 años). Cardenal moderado y hombre de consenso.

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano desde 2013, representa el perfil centrista y diplomático por excelencia. Con décadas de servicio en la diplomacia vaticana, Parolin es una de las figuras más influyentes en la Santa Sede, habiendo desempeñado un papel clave en negociaciones delicadas (acuerdos con China sobre obispos, acercamiento con Cuba, mediación en Venezuela, entre otros).

Ideológicamente no se le considera abiertamente conservador ni progresista, sino un pragmático moderado. Ha mantenido la línea doctrinal tradicional de la iglesia pero con enfoque realista y flexible en política eclesiástica. En temas sociales no es un ideólogo: suele priorizar la búsqueda de consensos diplomáticos sobre posiciones extremas.

Su fortaleza está en la experiencia y red de contactos: es visto como un “hombre de equilibrio” capaz de servir de puente entre facciones.

Parolin ha estado en las quinielas papales desde hace años precisamente por su perfil discreto y negociador. Como puntos débiles, algunos cardenales podrían preferir a alguien con más experiencia pastoral directa (Parolin es ante todo un hombre de curia), y ciertas decisiones controvertidas en su gestión (por ejemplo, el acuerdo con China, criticado por sectores tradicionalistas) podrían restarle apoyos. Aun así, su aceptación transversal —no suscita rechazos fuertes— lo convierte en un candidato fuerte.

5. Malcolm Ranjith (Sri Lanka, 77 años). Cardenal conservador de Asia.

Es uno de los preferidos del sector conservador más tradicional fuera de Europa. Arzobispo de Colombo y excolaborador de Benedicto XVI, Ranjith combina una amplia experiencia diplomática y pastoral (ha servido como nuncio y en Curia, además de obispo diocesano).

Habla más de diez idiomas y es reconocido por su rigor doctrinal. En lo ideológico, se alinea con la línea dura: fue visto con recelo por el papa Francisco y mantiene posturas muy tradicionales (por ejemplo, en 2024 prohibió que niñas sirvieran como monaguillas en su arquidiócesis, decisión por la que fue criticado).

También ha llegado a mostrarse a favor de la pena de muerte en algunos casos, en contra de la tendencia abolicionista de los últimos papas. Su influencia se apoya en la cercanía al círculo de Benedicto XVI y en apoyos entre los cardenales más conservadores.

Ranjith ofrece al bloque tradicionalista una opción no europea, pero igualmente ortodoxa en doctrina. Como fortalezas cuenta su dilatada trayectoria (cardenal desde 2010, exsecretario de la Congregación para la Evangelización) y el hecho de que podría unir al electorado conservador global.

Debilidades: su perfil es visto como poco conciliador y fuertemente marcado por posturas que dividen (lo cual dificultaría atraer a moderados), además de su edad relativamente elevada que podría limitar la duración de su pontificado.

6. Péter Erdő (Hungría, 72 años). Cardenal conservador con sensibilidad pastoral.

El arzobispo de Esztergom-Budapest aparece en muchas quinielas como candidato conservador de consenso. Erdő combina una gran formación doctrinal con experiencia pastoral, ofreciendo rigor en la enseñanza tradicional pero también cierta apertura pastoral al trato de situaciones difíciles.

Ha sido firme en defender el celibato sacerdotal y en oponerse al matrimonio homosexual, alineándose con la ortodoxia tradicional. Sin embargo, se ha mostrado abierto al acompañamiento pastoral de personas en situaciones irregulares, lo que indica una sensibilidad práctica para aplicar la doctrina con misericordia. Este equilibrio podría atraer votos de distintos sectores del Colegio.

Erdő tiene una sólida trayectoria: es un reputado canonista, fue presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y relator general en sínodos de la familia, ganándose el respeto de muchos. Políticamente, goza de influencia en Europa Central y fue cercano al cardenal conservador George Pell, quien lo veía capaz de “restaurar el imperio de la ley” en el Vaticano post-Francisco.

Su elección supondría un alejamiento notable del enfoque de Francisco, lo cual atrae a tradicionales pero preocupa a progresistas. También se le recuerda por no sintonizar con Francisco en temas como la acogida de migrantes (en 2015 criticó la idea de abrir iglesias a refugiados).

En resumen, Erdő es intelectual y conservador, con reputación de integridad, pero su alineamiento con posturas contrarias a algunas reformas podría polarizar.

7. Pierbattista Pizzaballa (Patriarca de Jerusalén, 60 años). Cardenal moderado emergente.

Patriarca latino de Jerusalén desde 2020, representa una candidatura moderada y diferente por su origen en Tierra Santa. No pertenece a ninguna de las facciones, lo que podría convertirlo en una sorpresa de consenso.

Tiene amplia experiencia en diálogo interreligioso y en manejar situaciones de conflicto en Oriente Próximo, habiendo ofrecido incluso intercambiarse por niños rehenes durante la crisis de Gaza en 2023.

En temas controvertidos dentro de la Iglesia, Pizzaballa ha mantenido discreción y pocas declaraciones públicas. Esto le permite no estar etiquetado ni como progresista ni como conservador radical. Su perfil pastoral y de hombre de paz encaja con parte del legado de Francisco (enfoque en minorías perseguidas, periferias), pero carece de una trayectoria prolongada como cardenal, ya que fue nombrado cardenal apenas en 2023. Esta corta trayectoria en el Colegio podría jugar en su contra frente a candidatos más experimentados.

No obstante, su liderazgo en Jerusalén —un puesto simbólicamente importante— y su prestigio por servir a los cristianos en una región convulsa le han ganado simpatías entre muchos cardenales. Pizzaballa podría aunar el deseo de continuidad en la cercanía a los pobres con un rostro nuevo no identificado con las disputas internas romanas.

Como fortaleza tiene su capacidad de diálogo y la frescura de una figura emergente, aunque su falta de red política consolidada en el Vaticano es un punto débil en un cónclave.

8. Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años). Cardenal moderado cercano a Francisco.

Arzobispo de Marsella, ha surgido como uno de los nombres favoritos del círculo de Francisco para sucederle. Nacido en Argelia y criado en Francia, Aveline encarna el espíritu de una Iglesia mediterránea, sensible a la migración y al diálogo interreligioso. Ideológicamente se le considera un progresista moderado: muy alineado con la visión pastoral de Francisco (incluso organizó junto a él un encuentro por el Mediterráneo en 2023), pero cauto en los debates teológicos más divisivos.

No ha hecho declaraciones estridentes sobre temas como la ordenación de mujeres o LA moral sexual, posicionándose de forma mesurada.

En la práctica apoya la continuidad de las reformas (sinodalidad, Iglesia “en salida”) con un estilo menos polarizante. Políticamente, Aveline es relativamente nuevo en la escena internacional (cardenal desde 2022), pero ha ganado visibilidad y apoyos gracias a la confianza que Francisco depositó en él.

Representa la savia nueva del ala reformista: su figura es bien vista por muchos como heredera del “espíritu bergogliano”. Como fortalezas destacan su perfil inclusivo y su origen multicultural, que envía un mensaje de Iglesia global.

Sus debilidades podrían ser la falta de experiencia en la curia romana y que, al ser identificado como “el candidato de Francisco”, encuentre resistencia en el sector que busca un cambio de rumbo. Aun así, su nombre suena con fuerza en las conversaciones informales como posible sorpresa.

9. Willem Eijk (Países Bajos, 72 años). Cardenal del ala tradicional doctrinal.

Arzobispo de Utrecht, personifica el perfil de “guardián de la ortodoxia” en Europa. Con doctorado en bioética y formación médica, Eijk es reconocido como uno de los prelados más férreamente defensores de la tradición. Para él, asuntos como la ordenación de mujeres o las relaciones homosexuales “no son debatibles”, dado que se mantienen fuera de toda posibilidad de cambio en la doctrina.

Ha criticado abiertamente varias reformas o propuestas de Francisco en materia de moral sexual y práctica sacramental. Su perfil conecta sobre todo con cardenales que anhelan una iglesia más rígida en la aplicación de los dogmas.

Trayectoria e influencia: Eijk fue creado cardenal en 2012 por Benedicto XVI y ha estado al frente de la iglesia neerlandesa en un contexto muy secularizado, lo que le ha dado reputación de combatir la secularización con mano firme.

Sin embargo, fuera de su ámbito su influencia es limitada a círculos tradicionalistas europeos. Puede ser atractivo para quienes quieran un papa que frene en seco los cambios y reafirme la doctrina tradicional, pero es poco probable que logre un consenso amplio, ya que muchos lo perciben como demasiado inflexible.

En un cónclave podría recibir votos del bloque más duro (similar al que apoyaría a Sarah o Burke), pero difícilmente sumaría el apoyo de moderados o progresistas, lo que reduce sus posibilidades reales.

10. Peter Turkson (Ghana, 76 años). Cardenal africano de línea social y moderada.

Por África destaca también el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson como papable. Exprefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, Turkson fue durante años la cara visible del catolicismo africano en el Vaticano y un firme defensor de la doctrina social de la Iglesia.

Ha alzado la voz en temas de ecología, pobreza y derechos humanos, estando muy alineado con el mensaje de justicia de Francisco. Sería el primer Papa africano en más de 1,500 años, un hito histórico que muchos verían con agrado.

Ideológicamente, Turkson es un moderado: en lo doctrinal sostiene las enseñanzas tradicionales (por ejemplo, sobre matrimonio y sacerdocio masculino), pero ha mostrado una actitud abierta en cuestiones sociales —llegó a opinar que las leyes contra la homosexualidad en África eran demasiado duras, abogando por más misericordia—.

También ha sido muy vocal sobre la crisis climática y la justicia económica, siendo uno de los principales promotores de Laudato Si’.

Influencia y trayectoria: Turkson participó activamente en el cónclave de 2013 (era considerado papable ya entonces) y es una figura respetada internacionalmente. Tiene reputación de voz suave y conciliadora dentro de la iglesia, lo que podría hacerlo aceptable como candidato de compromiso en caso de división. No obstante, enfrenta algunos obstáculos: su edad (76) no lo hace el más joven de los contendientes, y algunos observadores notan que salió anticipadamente de su dicasterio en 2021 por ciertas tensiones internas, lo cual podría indicar falta de apoyos en la curia. Aun así, sigue figurando entre los nombres más mencionados si los cardenales buscan tanto continuar con la agenda social de Francisco como honrar la universalidad de la Iglesia con un papa del hemisferio sur.

Comparativa de los candidatos por criterios políticos.

A continuación, se presenta una tabla comparativa de los principales papables según los criterios mencionados. Se asigna una puntuación de 1 a 5 en cada criterio, donde los extremos significan lo siguiente: en Ideología, 1 = Muy conservador y 5 = Muy progresista; en Postura en temas sociales, 1 = Sumamente tradicional (oposición firme a cambios en aborto, LGBTQ+, celibato, rol de mujeres, etc.) y 5 = Muy aperturista (posturas flexibles o favorables a reformas en esos temas); en Influencia, 1 = Escasa influencia o red de poder en el Vaticano y 5 = Muy alta; en Trayectoria, 1 = Trayectoria limitada en cargos de la Curia o diócesis clave y 5 = Trayectoria muy extensa; en Aceptación, 1 = Perfil divisivo con fuerte oposición de alguna facción y 5 = Amplia aceptación transversal entre diferentes corrientes.

Aspirantes

Federico Arreola

Federico Arreola Castillo es un periodista y empresario mexicano, fundador del diario Milenio y del portal SDPNoticias. Ha destacado por su influencia en medios digitales y tradicionales, y su presencia activa en redes sociales. La revista Forbes lo ha reconocido como uno de los periodistas más populares en Twitter.

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