En medio de la escalada violenta entre las facciones de Los Chapitos y La Mayiza, operadores de alto nivel del Cártel de Sinaloa se están trasladando a la Ciudad de México para evitar ser alcanzados por el conflicto interno, afirmó la periodista Anabel Hernández durante una mesa de análisis en Aristegui Noticias.
La periodista sostuvo que se trata de jefes de plaza, coordinadores financieros, traficantes de fentanilo y lavadores de dinero, quienes han optado por refugiarse en alcaldías como Tlalpan, Álvaro Obregón y Coyoacán, donde pueden pasar desapercibidos y operar con mayor seguridad.
La capital del país —afirmó Hernández— ofrece un entorno de protección derivado tanto del anonimato urbano como de posibles vínculos con actores políticos y empresariales. El fenómeno, aunque no es nuevo, se ha intensificado en los últimos meses ante el incremento de homicidios y detenciones en Sinaloa.
Uno de los casos más representativos es el de Leobardo García Corrales, alias Leo o Leobas, detenido el 2 de abril en Jardines de la Montaña, alcaldía Tlalpan. La DEA ofrecía 4 millones de dólares por su captura. Es señalado como operador clave en el tráfico de fentanilo y fue capturado por la FGR y la Semar.
Ese mismo día fue asesinado Rodolfo López Arellano, alias El Cabo 30 o El Solecito, en un palenque clandestino de San Miguel Topilejo, también en Tlalpan. Era uno de los generadores de violencia más buscados en Tijuana y formó parte de Los Cabos, brazo armado del CJNG, antes de alinearse con La Mayiza.
El 29 de marzo, otro operador, José Olivas Chaidez, alias El Ingeniero o El Blanco, logró escapar de un operativo en The Westin Santa Fe, en la alcaldía Álvaro Obregón, durante una fiesta de XV años. La FGR e Interpol montaron un intento de captura que fracasó cuando sus escoltas desarmaron a los agentes federales.
Otro personaje identificado por Hernández como figura clave es José Ángel Rivera Zazueta, alias El Flaco, presunto operador de El Mayo Zambada en el AICM, donde controla la entrada y salida de droga y precursores. En 2023, fue designado por la OFAC como líder de una red criminal con presencia internacional.
La presencia de estos operadores en la CDMX revive interrogantes sobre la protección que reciben y la permisividad institucional. Hernández recordó que desde los años 90, figuras como Amado Carrillo Fuentes ya usaban la capital como refugio. “¿Por qué se sienten tan seguros aquí? ¿Quién los protege?”, cuestionó.
El fenómeno se da mientras Sinaloa enfrenta una guerra interna que ha dejado más de mil homicidios en siete meses, en una lucha que ha fragmentado al Cártel de Sinaloa y ha llevado su impacto hasta el corazón político del país.