Estalla guerra interna en el gabinete por caso Birmex: Sedena, Buenrostro y Andy, en el ojo del huracán

Sheinbaum lidia con una investigación que involucra a altos perfiles del morenismo; se encienden alertas por posible desabasto de medicamentos

Una investigación impulsada por Claudia Sheinbaum sobre presunta corrupción en Birmex, que involucra un monto superior a los 10 mil millones de pesos, ha generado fuerte tensión dentro del gabinete federal y provocado divisiones en los altos círculos de Morena.

El escándalo alcanza a la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, quien según fuentes cercanas, habría señalado que enfrenta una campaña en su contra promovida por empresarios ligados al general Luis Crescencio Sandoval, exsecretario de la Defensa Nacional. Estos empresarios estarían implicados en los sobrecostos detectados en la compra de 175 claves de insumos médicos.

Sheinbaum, en un intento por equilibrar la narrativa pública, elogió a Birmex recientemente, mientras avanza en la reestructuración de la empresa estatal, que ya ha resultado en el despido de cuatro directivos. La mandataria solo conversa del tema con Eduardo Clarck, subsecretario que ha revisado a fondo el caso, considerado incluso más grave que los desvíos de Segalmex.

El conflicto se intensifica con la presunta participación de personas cercanas a Andy López Beltrán, hijo del presidente López Obrador y figura clave en Morena, así como de un colaborador de Daniel Chávez, empresario cercano al mandatario.

Por su parte, el general Sandoval enfrenta otro frente delicado: las investigaciones de Omar García Harfuch contra el huachicoleo, entre ellas el caso del buque tanque Challenge Procyon en Altamira, vinculado a una evasión fiscal de 500 mil millones de pesos. El jefe de Aduanas, Rafael Marín, presiona para obtener resultados, lo que también se relaciona con su aspiración a la gubernatura de Quintana Roo.

Mientras tanto, Alejandro Svarch, titular del IMSS Bienestar, ha comenzado a moverse para sustituir a Zoé Robledo al frente del IMSS. Svarch desconfía de Clarck, teme un desabasto de medicamentos y no quiere repetir la historia del Insabi. Pese a ello, Clarck asegura que de las 3000 claves de medicamentos, solo 200 presentan irregularidades.

La disputa se complica por la relación cercana entre Robledo y Sheinbaum, quienes, según fuentes, hablan a diario desde hace una semana.

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