Durante por lo menos tres décadas la industria automotriz nacional vivió una época dorada: inversiones multimillonarias de armadoras y proveedores extranjeros y nacionales; clústeres industriales dedicados a la cadena de valor del sector; cientos de miles de empleos, tecnología y desarrollo económico. Del norte al sur, pasando por el centro y el Bajío, prácticamente todo el país se benefició de la bonanza del sector automotriz, que se convirtió en la punta de lanza de las exportaciones mexicanas y en la joya de la corona de la manufactura y el desarrollo económico regional.
Ahora, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está por acabar con esa época dorada en la que el denominador común eran los anuncios multimillonarios de las grandes armadoras del mundo: Ford, con fábricas en Sonora y el Estado de México; General Motors, con producción en Coahuila, Estado de México y Guanajuato; Stellantis, también en Coahuila y el Edomex; Nissan, en Aguascalientes y Estado de México; Audi, en Puebla; BMW, en San Luis Potosí; Volkswagen, en Puebla; Honda, en Jalisco y Guanajuato; Toyota, en Baja California y Guanajuato; Mazda, en Guanajuato; KIA en Nuevo León; y JAC en Hidalgo.
En los últimos 30 años, la industria automotriz ha recibido más de 90 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, lo que ha detonado una enorme red de empresas, nacionales y extranjeras, proveedoras de autopartes que hoy representan cerca de 30% de todas las exportaciones de México a Estados Unidos. En total, son unas 6 mil 600 empresas del sector fabricantes de autopartes.
Toda esta bonanza podría venir a menos con la imposición de aranceles por parte del gobierno de Donald Trump. La Casa Blanca publicó este miércoles una orden ejecutiva para gravar con 25% a los vehículos que no se producen en Estados Unidos.
La tasa aplicada anteriormente era del 2.5% a los vehículos que estaban fuera de los acuerdos comerciales como el TMEC, por lo que ahora tendrán un 27.5% de arancel. Para los vehículos ensamblados en México y Canadá, el impuesto se aplicará sólo a las piezas y componentes que no procedan de Estados Unidos.
Ayer el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, dijo que el objetivo de las negociaciones con Estados Unidos es obtener un trato preferente para proteger los empleos e intereses de la industria automotriz, pero no ha logrado mucho de las visitas, conversaciones y mesas de trabajo con su contraparte, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el titular de la representación comercial, Jaimeson Greer.
“Vamos a esperar la fecha del 2 de abril para presentar una respuesta completa, buscando evitar la aplicación de tarifas que puedan afectar a los fabricantes en México”, dijo Ebrard, mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum expuso que México es el único país con un alto nivel de comunicación con Estados Unidos en materia comercial, por lo que espera lograr acuerdos con la administración de Donald Trump.
¿Cómo lo ven al interior del gobierno federal y en las reuniones de emergencia que se llevaron a cabo este jueves en Palacio Nacional con los representantes del sector automotriz del país?
Del lado negativo es que se ve prácticamente imposible que Trump dé marcha atrás y haga una excepción con México.
Lo rescatable es la interlocución que tiene el gobierno con Estados Unidos y que no se impondrán aranceles a las autopartes cada vez que cruzan la frontera, simplemente porque sería una locura. También que México tendrá un sistema preferencial, que aún no se sabe de qué tamaño será. Se negocia un 10% o menos a las autopartes y vehículos, en lugar de 25%.
No cabe duda que el asesor de Trump, Elon Musk, ha sido clave en la política comercial del presidente estadounidense. Su intención de instalar una planta de Tesla en Nuevo León le permitió conocer más a detalle el funcionamiento del sector y las ventajas que ofrece con respecto a Estados Unidos. La cancelación de dicha inversión no solo fue una forma de apoyar el discurso nacionalista de Trump, sino una revisión profunda de las ventajas y ganancias de las empresas situadas en México y una llamada de alerta para Trump.
Así que la época dorada para la industria automotriz nacional terminó y lo que viene para el sector y para el país de pronóstico reservado.
Posdata 1
A la reunión programada para este jueves entre los representantes del sector automotriz y el gobierno federal apenas asistieron un par de líderes de la iniciativa privada.
El viaje del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, a Washington DC, y las actividades de la coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización de Empresas, Altagracia Gómez, no permitieron la reunión con los empresarios del sector.
Se espera que este viernes o el fin de semana acudan a Palacio Nacional los representantes de las automotrices, los fabricantes de autopartes y empresarios del sector para delinear la estrategia de respuesta de México.
Posdata 2
El apagón masivo de principios de semana, que dejó sin suministro eléctrico a cuatros estados conectados con la Península de Yucatán, generó una intensa operación de cabildeo desde la Secretaría de Energía, a cargo de Luz Elena González, con las empresas energéticas del Estado, para intentar empatar sus objetivos y estándares de operación.
Para nadie es un secreto que la CFE, de Emilia Calleja, no está contenta con los insumos energéticos que le provee Pemex, que dirige Víctor Rodríguez; en especial con la calidad y el precio al que le vende el gas natural para sus centrales de generación, a pesar de que existen acuerdos de suministro de bajo costo.
El objetivo de la Comisión es convencer a la Sener de que la mejor opción para el sistema eléctrico es traer el gas desde Texas, aprovechando que la red de ductos subterránea ya hace logísticamente posible la operación.
Posdata 3
En las últimas semanas, la Comisión Nacional de Libros de Textos Gratuitos, de Victoria Guillén Álvarez, entregó el contrato con número 5000002119 a la empresa Delman Internacional SA de CV, la cual es representada legalmente por Adrián Rubio López; éste contempla “la adquisición consolidada de productos de papel adquiridos como materia prima para impresión de documentos oficiales, libros y otras publicaciones”.
De acuerdo con los datos disponibles en el portal de compras del gobierno federal, el procedimiento de contratación elegido fue la adjudicación directa, a pesar de que el monto máximo de adquisición es superior a los 800 millones de pesos.
No es la primera vez que Delman Internacional es beneficiada con este tipo de contratos. La firma se consolidó como una de los principales proveedores de la Conaliteg en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.