Temen en Morena ruptura con Gaby Jiménez rumbo a 2027: podría fracturar mayoría legislativa

Vicecoordinadora en San Lázaro enfrenta presión interna; su grupo "Que siga la democracia" podría competir por separado

Gabriela Jiménez, actual vicecoordinadora de Morena en la Cámara de Diputados, enfrenta un creciente aislamiento dentro de su bancada y podría ser removida en los próximos días, según fuentes del oficialismo. El descontento por sus decisiones recientes ha encendido alarmas en la 4T, ante el riesgo de que Jiménez impulse su propia plataforma política y compita de manera independiente en las elecciones intermedias de 2027, debilitando la mayoría legislativa morenista.

Diversos legisladores consideran que Jiménez ha actuado con autonomía excesiva, particularmente por sus intentos de convertir el movimiento “Que siga la democracia” —el cual encabeza junto a su esposo, Edgar Garza— en un partido político. Esto es considerado una violación a los estatutos de Morena, que prohíben a sus militantes participar en organizaciones políticas paralelas.

Además, su participación en las negociaciones para postergar la entrada en vigor de la ley antinepotismo —para que aplique a partir de 2027 y no de 2030— y su respaldo a la fallida iniciativa para desaforar a Cuauhtémoc Blanco han generado tensiones con sectores influyentes del partido, que buscan su salida de la coordinación legislativa.

El mayor temor en la dirigencia de Morena es que Jiménez capitalice su estructura política para competir por separado, replicando lo ocurrido en 2021 cuando, bajo el cobijo de Ricardo Monreal, estructuras ligadas a Fuerza por México afectaron al partido guinda en varias regiones. En aquella ocasión, Morena acusó a Monreal de operar a favor de Sandra Cuevas en la alcaldía Cuauhtémoc, lo que derivó en uno de los golpes más duros para el partido en la capital.

Con la mirada puesta en 2027, cuando se renovará el Congreso de la Unión y numerosas alcaldías y congresos estatales, Morena buscará preservar la mayoría calificada que hoy le permite avanzar reformas constitucionales sin negociar con la oposición. Por ello, la eventual ruptura con Jiménez podría tener consecuencias estratégicas, sobre todo si su organización logra el registro como partido político y presenta candidatos en distritos clave.

Hasta el momento, no hay una decisión definitiva sobre su salida, pero fuentes legislativas confirman que una reunión clave podría ocurrir esta semana, una vez que baje la tensión en torno al caso de Cuauhtémoc Blanco. En San Lázaro, la permanencia de Jiménez en la vicecoordinación se ve cada vez más incierta.

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