El Rancho Izaguirre, ubicado en el ejido La Estanzuela, en Teuchitlán, Jalisco, fue presuntamente despojado en 2012 por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), tras amenazas contra el entonces dueño del terreno, quien terminó cediéndolo bajo coacción.
De acuerdo con testimonios de habitantes de la zona, recogidos por la revista Emeequis, Don Gerardo Ramírez (nombre ficticio para proteger su identidad) se vio obligado a entregar la propiedad después de que sicarios del CJNG irrumpieran en su casa y lo amenazaran con asesinar a su hija.
“Plata o plomo”
Los relatos indican que una tarde, mientras Don Gerardo estaba con su esposa e hija, un grupo de hombres irrumpió en su hogar. Uno de los invasores sujetó a la niña y, bajo amenaza de hacerle daño, exigieron la venta del rancho.
“Fue un día en que don Gerardo se hallaba con su esposa y su hija preadolescente. De pronto llegaron unos hombres y entraron por la fuerza a la casa. Uno de los invasores sujetó a la niña, bajo amenaza de hacerle daño; los otros exigieron la venta de la parcela”, relataron testigos a la publicación.
Aunque los criminales no exigieron los documentos de la propiedad, se aseguraron de que el dueño no regresara ni reclamara la tierra. Según versiones de los vecinos, algunos de los sujetos que entraron a su casa no estaban armados, pero afuera había hombres con armas largas vigilando.
El miedo y la tensión que le generó el despojo afectaron gravemente a Don Gerardo. “Se fue apagando, vivió con miedo desde entonces”, relataron sus conocidos. Con el tiempo, su salud se deterioró y desarrolló Parkinson, una enfermedad que atribuyen al estrés y la angustia por lo ocurrido.
A más de una década del despojo, el Rancho Izaguirre se convirtió en uno de los mayores centros de exterminio hallados en México, donde según investigaciones, el CJNG habría asesinado a más de 1,500 personas.
¿Qué sabemos del rancho Izaguirre, centro de adiestramiento del CJNG?
La Estanzuela, en Teuchitlán, cuenta con 168 parcelas. En ese polígono se ubica el predio que corresponde a la parcela número 446, donde el grupo criminal, el CJNG, montó el centro de la muerte.
Este rancho ocupa una hectárea con 1000 metros (11 mil metros cuadrados), totalmente bardeado, con muros de tres metros de altura.
Los habitantes aseguran que tras la venta forzada, el CJNG fue el que construyó la barda perimetral y el zaguán con la leyenda: “Izaguirre Ranch”. Fue así como, en 2012, el grupo criminal abrió el campo de entrenamiento y exterminio, donde fueron encontrados rastros humanos calcinados.
Sin embargo, este lugar, en 2025, cambió de régimen de propiedad ejidal a propiedad privada, incluso estaba dado de alta en el catastro de Teuchitlán, sin que se cumpliera los trámites y la documentación requerida para efectuarlo y “sin claridad sobre quién los emprendió y concretó”.
“Cuando había encontrado una especie de sosiego en el silencio, don Genaro se llevó una nueva sorpresa: el ayuntamiento le requirió el pago del predial de la parcela. De modo que la propiedad había pasado al estatus de dominio pleno, es decir, se convirtió en propiedad privada”, explicó Emeequis.