Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, ha comenzado a delinear un proyecto político propio con miras a la sucesión presidencial de 2030, lo que podría generar un choque directo con Andrés López Beltrán, hijo del Presidente López Obrador y actual operador de la campaña de afiliación al partido.
De acuerdo con versiones internas, Alcalde ha sostenido reuniones en las que ha planteado su intención de construir una candidatura presidencial, alentada por su entorno familiar, especialmente su padre, Arturo Alcalde Justiniani, abogado laboralista de reconocida trayectoria.
En ese contexto, la actual presidenta de Morena habría decidido nombrar a su propio consejero jurídico, como medida para contar con una asesoría independiente a la del partido, que, según fuentes, responde directamente a López Beltrán.
La campaña de afiliación al partido, liderada por Andy López Beltrán, ha generado inconformidades en algunos sectores de Morena, incluyendo a alcaldes y gobernadores, quienes han sostenido conversaciones con Alcalde para expresar su preocupación por las formas en que se está centralizando el control del partido.
Aunque aún no define una ruta clara, Alcalde no descarta una candidatura a diputada por la Ciudad de México en 2027, como un paso intermedio rumbo a mayores responsabilidades. Previamente, su entorno la visualizaba como posible relevo de Ariadna Montiel al frente de la Secretaría del Bienestar, en caso de que esta última busque la gubernatura de Chihuahua.
Otra posición que se mantiene en el radar de la dirigente es la Secretaría de Gobernación, aunque la titularidad de esa cartera es disputada por perfiles con mayor fuerza dentro del gabinete y el Senado, en caso de una eventual salida de Rosa Icela Rodríguez.
Por ahora, Alcalde reconoce que su proyecto aún se encuentra en una fase temprana, mientras que López Beltrán ya consolidó alianzas clave, entre ellas con el senador Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal, ambos con peso político rumbo a 2030.