EL MITIN DE AYER en el Zócalo terminó siendo una fiesta sin piñata. Y es que despejados (al menos hasta el 2 de abril) los nubarrones de los aranceles, la presidenta Claudia Sheinbaum optó por convertir el encuentro en un repaso de los principios, consignas y programas de la Cuarta Transformación.
SOBRE EL TEMA de los aranceles, resultó curioso que Sheinbaum descartara que el 2 de abril se reactivarán debido a los acuerdos comerciales que existen con Estados Unidos. De hecho, como ella misma dijo, en esa fecha la Casa Blanca decidirá qué aranceles recíprocos impone a otros países, pero eso corre en una pista paralela y muy distinta a la de los aranceles a México y Canadá.
SEA COMO SEA, a la mandataria se le vio confiada y segura. Así que eso debe ser buena señal.

QUIENES SE CONVIRTIERON en la comidilla dominguera fueron los senadores Adán Augusto López y Manuel Velasco; el diputado Ricardo Monreal, y la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, porque se estaban tomando fotos con Andy… justo cuando pasaba junto a ellos la presidenta Sheinbaum.
Y POR ANDAR sonriendo al lado de Andrés Manuel López Beltrán, terminaron dándole la espalda a la Jefa del Ejecutivo, quien pasó de largo cuando intentaron enmendar su error.
AL PARECER la cosa no quedó ahí porque varias horas después, cada uno por su lado emitió un mensaje para ofrecerle disculpas a Sheinbaum, asegurándole que no fue por grosería, sino por dejarse llevar por el entusiasmo del momento. ¡Ups!
POR CIERTO QUE hasta anoche el único que no había emitido un mensaje similar para disculparse con la Presidenta era el hijo de ya saben quién.
¡QUÉ COSA tan curiosa! Para el diputado capitalino y coordinador del PVEM en el Congreso de la CDMX, Jesús Sesma, las recientes limitaciones que se impusieron a los alojamientos por app, como Airbnb, deben de suspenderse dos meses, mientras dure el Mundial del próximo año.
SI LOS legisladores capitalinos avalan esa suspensión temporal entonces quedaría claro que esas limitaciones legales en el fondo no benefician a la ciudad, ante lo cual la pregunta obvia es: ¿y por qué entonces no derogarlas por completo?