Los aranceles del 25% impuestos por el presidente Donald Trump a productos de México y Canadá entraron en vigor este martes 4 de marzo, generando preocupación entre empresarios estadounidenses, quienes advirtieron que la medida afectará directamente a los consumidores con un alza en los precios de diversos bienes.
La American Society of Mexico (AMSOC) señaló que esta decisión podría desestabilizar la economía regional y perjudicar el comercio bilateral. Su presidente, Larry Rubin, enfatizó que las empresas trasladarán los costos de los aranceles al consumidor final, lo que impactará en sectores clave como automóviles, electrónicos y productos agropecuarios.
Grandes cadenas minoristas como Target y Best Buy anunciaron que los precios de sus productos subirán en los próximos días debido a estas tarifas aplicadas también a China.
Según datos del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), las exportaciones mexicanas a EE.UU. alcanzaron un valor de 490 mil millones de dólares en 2023, representando casi el 30% del PIB mexicano. Esta cifra resalta la importancia del comercio bilateral, que ahora enfrenta un escenario incierto.
La AMSOC advirtió que estos aranceles podrían complicar la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) programada para 2026. Cualquier retroceso en este acuerdo afectaría la competitividad de la región y la estabilidad económica de los tres países.
Aunque la organización reconoció los esfuerzos del gobierno de Claudia Sheinbaum en temas como el tráfico de drogas y la migración, insistió en que es necesario reforzar la cooperación bilateral para enfrentar estos desafíos sin recurrir a medidas unilaterales que puedan escalar en tensiones comerciales.
Rubin subrayó que el liderazgo del crimen organizado en México hace imprescindible una estrategia coordinada con EE.UU. para abordar problemas de seguridad y narcotráfico, evitando que la falta de cooperación afecte aún más la relación económica entre ambos países.