Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y asesor presidencial, generó una ola de indignación tras compartir un mensaje en el que sugería que los empleados del sector público, y no Adolf Hitler, fueron los responsables de los millones de asesinatos ocurridos bajo su régimen y el de otros dictadores como Joseph Stalin y Mao Zedong.
“Stalin, Mao y Hitler no asesinaron a millones de personas. Fueron sus trabajadores del sector público quienes lo hicieron”, publicó Musk en su cuenta de X, donde tiene más de 219 millones de seguidores.
La reacción fue inmediata. Lee Saunders, presidente de la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, Municipales y de Condados (AFSCME) de la AFL-CIO, condenó las declaraciones y acusó a Musk de despreciar a los trabajadores públicos de EE.UU..
“Nuestras enfermeras, profesores, bomberos y bibliotecarios trabajan para mantener nuestras comunidades seguras y sanas. No son, como insinúa el hombre más rico del mundo, asesinos genocidas”, declaró Saunders.
Musk y las acusaciones de simpatías con la extrema derecha
Las críticas contra el magnate no son nuevas. En enero, durante la toma de posesión de Donald Trump, Musk realizó un gesto que algunos interpretaron como un saludo nazi, aunque él desestimó las acusaciones.
Además, ha sido señalado por su cercanía con la ultraderecha alemana, a la que expresó su apoyo en las elecciones de febrero.
Tesla, en la mira: boicots y ataques contra la empresa
En medio de esta controversia, vehículos Tesla han sido vandalizados en EE.UU., Canadá y Europa, mientras que algunos propietarios han considerado vender sus autos ante el rechazo creciente hacia Musk.
Las acciones de Tesla han caído, al punto de que Donald Trump compró un auto de la marca en señal de apoyo, instando a otros republicanos a hacer lo mismo.
Musk, por su parte, reaccionó en su red social X con desdén: “El ataque de ‘todos son Hitler’ está tan gastado”, escribió, desestimando la polémica.