QUIENES saben cómo un airecillo se convierte en ventarrón dicen que, si la CNTE se le puso al brinco a una administración “amiga”, es porque alguien en el gobierno federal abrió la puerta equivocada… y ahora nadie sabe cómo cerrarla.
LA REFORMA de hace 18 años ocurrió porque el ISSSTE vivía una situación crítica con cada vez menos trabajadores cotizando y un gran incremento en el número de jubilados, lo que hacía imposible pagar pensiones y operar los servicios de salud.
POR ELLO, se cambió al sistema de cuentas individuales y se creó la Afore Pensionissste, además de iniciar un ajuste gradual en la edad mínima de jubilación de 55 años para subirla hasta los 60 años.
AL VER abierta una rendija, los líderes de la CNTE pusieron el pie en la puerta y, ya encarrerados, ahora reclaman la derogación total de la reforma 2007.
POR LO PRONTO, ya ganaron el compromiso del gobierno de frenar el aumento en la edad mínima de jubilación para dejarla en 58 años para hombres y 56 para mujeres.
NOMÁS que eso no se puede hacer por decreto, sino que debe ser una reforma aprobada por el Congreso, por lo que la CNTE seguirá soplando a ver si el ventarrón se convierte en huracán y arrasa con la Ley del ISSSTE y de paso, con las Afores de todos los demás.
¿SE IMAGINA lo que pasaría si el SAT violara el secreto fiscal y le pasara al Instituto Nacional de Migración las direcciones de los extranjeros que tiene registrados bajo la sospecha de que sus papeles migratorios no están en orden?
PUES justamente eso es lo que está a punto de ocurrir en EU donde el omnipresente IRS está por compartir esa información con el ICE para que Donald Trump cumpla su promesa de alcanzar una cifra histórica en las deportaciones de indocumentados.
MAL pintan las cosas cuando se mezcla la recaudación con la deportación.
AUNQUE la meta era muy ambiciosa, el programa Agua Bienestar creado para llevar garrafones baratos a zonas populares de la CDMX se está quedando corto.
YA SE VERÁ si el plan de Clara Brugada toma un segundo aire o si acaba como el de Gas Bienestar del sexenio pasado, que nunca despegó.