EN EL CONGRESO de Nuevo León ya se dejó sentir el “efecto Cuauhtémoc Blanco“, pues resulta que ayer iban a votar en el Pleno reformas constitucionales para que violentadores sexuales, familiares o deudores alimentarios no puedan ser funcionarios públicos ni de elección.
ASÍ QUE AL FINAL bajaron el asunto de la agenda y patearon el bote para discutirlo más adelante.
PORQUE, paradójicamente, el sector que más rápido crecimiento tiene es el de la innovación y los servicios, que representan la mayoría de empleos e ingresos en países industrializados. Las exportaciones emblemáticas de EU son servicios de software, entretenimiento, servicios financieros… en los que no tiene un déficit sino un superávit con el resto del mundo.
PERO EL TRUMPISMO está dispuesto a la “gran recuperación de la industria manufacturera”, con la reactivación del proteccionismo y ahogando la competencia.
PUEDE VERSE EL LADO “bueno”, ya que faltan poquitos días para el 2 de abril. A ver si para entonces se ablanda el inquilino de la Casa Blanca, aunque la verdad ya no hay muchos capos que mandar a Estados Unidos para contentar a Trump.
NO SE ENTIENDE muy bien cómo es que la presidenta Claudia Sheinbaum decidió justificar el rechazo del desafuero contra Cuauhtémoc Blanco, con el argumento de que la acusación provenía de un fiscal al que le tenía tirria y al que calificó, paradójicamente, de encubrir un feminicidio.
ALGUIEN DEBERÍA explicarle a la mandataria que el hecho de que la Fiscalía tenga un proceder de dudosa calidad, no descalifica, bajo ninguna circunstancia, las acusaciones de una mujer que responsabiliza al “Cuau” de abuso sexual.