La presidenta Sheinbaum pidió esperar con serenidad y paciencia hasta conocer la decisión de Trump. Trump cumplió la amenaza y la convirtió en acción de gobierno. La mayoría de los productos mexicanos que se comercializan en Estados Unidos pagan ya una tarifa adicional de 25% para seguir haciéndolo. Toca ahora al gobierno mexicano desplegar los planes A, B, C que tratarán de contrarrestar la lesiva medida. Trump pautó la ruta con declaraciones de emergencia ante lo que considera pobre desempeño de las autoridades mexicanas contra la migración y los cárteles terroristas que introducen drogas a su país y lo tienen en una grave crisis de seguridad nacional. De nada termina sirviendo en este episodio el despliegue de 10 mil soldados y guardias nacionales ni la entrega de 29 criminales de alto perfil. Tampoco la cabeza fría ni el discurso amistoso. Trump hace lo que quiere y necesita argumentando, a la mexicana, que su pueblo se lo ordena. Y no está para que le lleven la contra o planten caras. Que a nadie se le ocurra hacerlo enojar, menos después del episodio Zelenski (México no le regaló una sonrisa al ucraniano). Mejor dele las gracias, Presidenta. Con dignidad.