Otra vez patearon el bote con el juicio de procedencia al diputado de Morena Cuauhtémoc Blanco, acusado por su hermanastra de intento de violación.

La Sección Instructora, que sesionó ayer en San Lázaro, se abstuvo nuevamente de votar si se admite o se desecha el juicio para quitar el fuero parlamentario al exfutbolista.

¿Son tiempos de mujeres? ¿Llegaron todas o es sólo un eslogan de gobierno? Son las preguntas que surgen.

Hay fundadas sospechas de que a Cuauhtémoc lo protege Morena. El oficialismo tiene mayoría en ese órgano legislativo facultado para admitir o desechar los juicios de procedencia. Sólo hay un opositor: el panista Germán Martínez.

El morenista Hugo Eric Flores es el presidente de la Sección Instructora. Al término de la sesión declaró que la mayoría de los integrantes de ese órgano le pidieron que elaborara un dictamen para someterlo a votación.

“Lo voy a elaborar y la decisión de admitir o desechar el juicio no pasa de esta semana”, prometió. La Instructora se declaró en sesión permanente. No le están dando largas. Este es un asunto de procedimiento. Estamos siendo escrupulosos en cuidarlo”, declaró Flores.

Germán Martínez llevó a la sesión de la Instructora la Cartilla de los Derechos de las Mujeres que Citlalli Hernández, secretaria de la Mujer, repartió a los diputados. Pero ni así los convenció de admitir el juicio de Cuauhtémoc.

“Por supuesto que están retrasando el procedimiento una vez más. Ahora por dos o tres días, para seguir arrastrando los pies y que la víctima no tenga justicia”, afirmó el panista.

Y afirmó: “Aquí hay línea. Hay arreglitos y hay impunidad”.

Para Germán “no son momentos de burla, de cinismo, de mentiras como las de Noroña. Son momentos de conocer la verdad a secas…”. Raúl Bolaños, PVEM, también habló. Dijo que, si votar que se admita hace que el asunto se resuelva más rápido, “van a contar con mi voto”.

* No paran las consecuencias de las ocurrencias que heredó el expresidente López Obrador y que Claudia Sheinbaum concretó con la mayoría calificada artificial que el oficialismo tiene en el Congreso de la Unión.

A horas de que la Cámara de Diputados vote la extinción del Inai y deje la transparencia y el acceso a la información en manos del gobierno federal, los trabajadores del instituto están en pie de lucha por una liquidación digna.

Se manifestaron ayer en las instalaciones del instituto, transformadas en plataforma de protesta por la incertidumbre y el temor que existe entre los empleados de cara al futuro.

Desplegaron pancartas que decían: “¡Únete, son nuestros derechos!”; “¡La transparencia empieza en casa!”; “¡Respeten nuestra antigüedad!”.

Son más de 700 familias las que se ven afectadas por la incertidumbre y el temor de perder su sustento, según Adrián Alcalá, comisionado presidente del Inai.

Alcalá llevó a la última sesión del pleno del Inai una propuesta de compensación económica voluntaria que no alcanzó el consenso de los comisionados.

Ésta preveía una compensación de 90 días de salario bruto más 20 días por año trabajado para todo el personal que quisiera retirarse voluntariamente. El comisionado presidente les dejó claro que no se trataba de una liquidación oficial y que quien lo aceptara ya no sería transferido a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, que asumirá las funciones el Inai.

Pero había otro problema mayor. La comisionada Julieta del Río recordó que los recursos para financiar el retiro voluntario son observables por la Auditoría Superior de la Federación y que, de ser así, habría que regresarlos.

La votación, que se realizó después de un largo receso, fue de tres a uno. El único que votó el programa de retiro voluntario, que los trabajadores aplaudieron, fue Adrián Alcalá.

Noroña ya no halla cómo justificar la enorme incongruencia que cometió al poner en duda que el montón de zapatos, mochilas y ropa encontrados en el rancho Izaguirre hayan sido de personas asesinadas.

Ayer se quejó en la rueda de prensa que ofreció en la Cámara de Diputados: “Ha sido muy ruin que hayan estado planteando, bueno, ha habido alguna persona de los medios que inclusive dijo que yo me burlaba. No tiene vergüenza. ¿Cómo me voy a burlar del dolor de personas que buscan un ser querido?”.

No se burló, pero sí lo puso en duda.

Poco antes, Ricardo Anaya, coordinador de los senadores del PAN, reviró al calificativo “carroñero” que la presidenta Sheinbaum le endilgó a la oposición.

“Carroñero es no recibir a las madres buscadoras, carroñero es no ponerse del lado de las víctimas, minimizar lo que está ocurriendo y no convocar a la unidad nacional para resolver el problema y dedicarse a insultar a los opositores”, dijo el panista. Y dio un dato que ilustra lo que vivimos desde que Morena llegó al poder en el 2018: la mitad de las desapariciones en México, desde que se inició ese registro hace siete décadas, son del sexenio de López Obrador.

Las desapariciones se cifran en 120 mil personas.

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