El rostro de Columba Domínguez dejó una huella imborrable en el cine de oro mexicano, cautivando al director Emilio “El Indio” Fernández, quien la descubrió en una boda y quedó fascinado con su belleza de rasgos indígenas.

Nacida el 4 de marzo de 1929 en Guaymas, Sonora, Columba debutó con pequeños papeles en “La Perla” (1945) y “Río Escondido” (1947). Sin embargo, su gran oportunidad llegó en “Maclovia” (1948), donde reemplazó a María Félix en el papel antagónico.

Una musa dentro y fuera del cine

Su interpretación en “Pueblerina” (1949) la catapultó a la fama, convirtiéndose en la musa de “El Indio” Fernández, con quien contrajo matrimonio y tuvo una hija, Jacaranda, quien falleció trágicamente a los 25 años.

Columba no solo dejó su huella en la cinematografía, sino que también fue retratada por artistas de renombre como Diego Rivera, Guerrero Galván y Miguel Covarrubias, consolidándose como un ícono de la mexicanidad.

El amor y la traición

A pesar de su apasionada relación, el romance con Fernández terminó por las constantes infidelidades del director. Tras su separación, “El Indio” cayó en una profunda depresión, refugiándose en la música de José Alfredo Jiménez y “Cuco” Sánchez.

Sin embargo, Domínguez permaneció a su lado hasta el final. En 1986, cuando el cineasta sufrió una caída que lo dejó con fracturas en la mano y la cadera, ella lo cuidó hasta su fallecimiento en junio de ese mismo año.

Un rostro inolvidable en la publicidad

Más allá del cine, su belleza también la convirtió en imagen de publicidad. En 1952, protagonizó un anuncio del Jabón Colgate, donde su rostro era la máxima representación de la elegancia y el cuidado personal.

“Usted también, como la dulce artista de cine Columba Domínguez, cuide su cutis dándole diariamente un baño de perfume con el nuevo Jabón Colgate, único hecho a base de cold-cream para blanquear su cutis y con lanolina para suavizarlo y embellecerlo”, decía el promocional.

Legado y despedida

Columba Domínguez se retiró en 1987 y dedicó su vida a la pintura, la danza, el piano, la esgrima y la equitación, exhibiendo su arte en Europa. En 2013, fue galardonada con el Ariel de Oro por su trayectoria.

Falleció el 13 de agosto de 2014 en la Ciudad de México, a los 85 años, víctima de un infarto, dejando un legado imborrable en la historia del cine y la cultura mexicana.