La propuesta de ley contra el nepotismo, que buscaba evitar la herencia de cargos públicos y debía entrar en vigor en 2027, ha sido postergada hasta 2030, evidenciando divisiones dentro de Morena y sus aliados. La medida, que tenía el respaldo del Partido Acción Nacional (PAN), fue bloqueada principalmente por el Partido Verde, señalado por prácticas de clientelismo político.
La decisión ha generado tensiones dentro de Morena, ya que figuras clave del partido, como Ricardo Monreal y Adán Augusto López, fueron señalados por su complacencia ante la prórroga. La propia Claudia Sheinbaum criticó la falta de consenso y advirtió que “el pueblo verá muy mal” si continúan los casos de nepotismo en futuras candidaturas.
El caso de San Luis Potosí fue clave en la disputa, pues Ruth González, esposa del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, busca sucederlo en el cargo. Esta situación puso en entredicho la postura de Morena y su compromiso con la eliminación de estas prácticas.
El nepotismo no es un problema exclusivo de Morena. Durante décadas, el PRI consolidó un sistema donde los cargos políticos eran heredados dentro de familias, y otros partidos han replicado esta práctica. Sin embargo, el aplazamiento de la ley ha afectado la imagen de Morena, especialmente después de que el expresidente Andrés Manuel López Obrador insistiera en que su movimiento era distinto a las viejas estructuras de poder.
El revés legislativo también deja entrever la influencia de los principales líderes de Morena, muchos de los cuales fueron posicionados estratégicamente por López Obrador en las Cámaras. Monreal, cuya familia ha ocupado cargos en Zacatecas durante generaciones, y Adán Augusto López, exgobernador de Tabasco y exsecretario de Gobernación, se han consolidado como figuras de peso dentro del partido, lo que representa un desafío para Sheinbaum en su intento por consolidar su liderazgo.
El desenlace de este episodio deja preguntas abiertas sobre el futuro político de Morena y el papel que jugarán sus distintas facciones en los comicios intermedios de 2027, donde podría definirse el control real del partido.
