Muy pronto, la promesa del gobierno de Claudia Sheinbaum de erradicar los “apagones” que fueron comunes el sexenio pasado fue incumplida. El lunes, cuatro estados del país, ubicados en la Península de Yucatán, registraron la interrupción del servicio eléctrico por más de cuatro horas, esta vez por una contingencia atribuida a la mala calidad del gas que se suministra a las centrales de generación.
Si bien el plan energético de la actual administración fue presentado con mucho optimismo, con una inversión anual proyectada en 3 mil millones de dólares para infraestructura de generación, transmisión y distribución, los proyectos a ejercerse a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que dirige Emilia Esther Calleja, no lograron dejar satisfechos a los expertos, de entrada, porque el monto ofrecido para fortalecer la red energética del país apenas llega a la mitad de lo que realmente se necesita.
En este espacio hemos dado cuenta del estado crítico en el que opera el sistema eléctrico nacional, con periodos muy marcados en los que la reserva de energía ronda la cifra de 3% y se debe recurrir a los cortes programados y, justamente, se acercan esas fechas del año en las que las altas temperaturas obligan a una demanda de energía extrema. El gobierno de Sheinbaum no tuvo siquiera que esperar a estar en esas condiciones para experimentar su primera falla.
En los tiempos de Andrés Manuel López Obrador y de Manuel Bartlett los apagones en la Península de Yucatán se convirtieron en eventos comunes. Regularmente las fallas se atribuían a incendios en las zonas de pastizales por donde corrían las líneas de transmisión. Lo que nunca quiso revelarse es que el fuego de esos siniestros fue siempre resultado de incidentes en las propias líneas, las cuales acumulaban décadas sin profundos trabajos de mantenimiento.
En el evento del lunes, la CFE informó que el motivo de la interrupción del suministro eléctrico fue la mala calidad de gas natural que arribó a las plantas de ciclo combinado, ocasionada por un “alto índice de humedad en el gasoducto Mayakán, esto derivado de una falla en la central de cogeneración Nuevo Pemex, limitando la generación eléctrica con este combustible”. Se aseguró que para enfrentar la contingencia hubo que recurrir a combustibles alternos.
Diversas fuentes confirman que el diagnóstico de la falla es, ahora sí, el correcto: el problema es que la situación pone en entredicho la alternativa del gas natural como el energético más adecuado para generar electricidad por su rentabilidad y su nivel de impacto ecológico, comparado por supuesto con el combustóleo. Además, para la CFE es una complicación mayor que sus variables de operación no estén plenamente en sus manos y, en especial, que éstas dependan de la otra empresa de energía del Estado, la muy emproblemada Pemex.
No es la primera vez que se acusa a Pemex de suministrar productos de mala calidad. Hay antecedentes de quejas en los Estados Unidos porque el crudo que envía la petrolera mexicana llega con altas concentraciones de sal; también se ha hablado de petróleo con exceso de agua y ahora el gas natural tiene ese mismo problema. La respuesta a estas problemáticas parece estar en confiar en la infraestructura, la experiencia y los productos de la iniciativa privada, pero primero se deberá superar el gran debate ideológico de la soberanía energética.
En pocas palabras, si el gobierno federal y la CFE no abren el sector verdaderamente a la inversión privada, lo único que se puede esperar son más “apagones”.
Posdata 1
Si bien por más de 80 años el sector gasero ha operado sin interrupciones, actualmente el suministro de Gas LP enfrenta una crisis por la falta de recursos para cubrir costos operativos y realizar inversiones en infraestructura, donde incluso se ha visto en la necesidad de recortar personal y ha recurrido a reuniones con funcionarios de la Secretaría de Energía, como Quetzalli Ruiz, directora de Hidrocarburos; Eleuterio Hernández Martínez y Erick Bernal, para demandar una tarifa mínima de 4.25 pesos por litro para garantizar la viabilidad del servicio.
Y es que el Gas LP es el único producto de la canasta básica que ha reducido su precio de venta en 22% durante los últimos tres años, lo que pone en riesgo el abasto, al tiempo que los trabajadores del gremio se ven afectados con menores ingresos, mientras los costos de operación van al alza. A este escenario se suma el aumento del “huachigas”, actividad ilícita que representa una pérdida de 16 mil millones de pesos anuales para Pemex, a cargo de Víctor Rodríguez Padilla.
Posdata 2
Al final de cuentas fue Luisa María Alcalde, la dirigente nacional de Morena, quien terminó actuando como la red de protección de Cuauhtémoc Blanco, al solicitar a la bancada del partido en la Cámara de Diputados el voto en contra de la procedencia de desafuero.
También se le atribuye la solicitud de renuncia de la diputada Gabriela Jiménez a la vicecoordinación de la bancada, con lo que terminó mandando un mensaje que inhibió el voto a favor del desafuero.
Se asegura que el relevo de Jiménez ya estaba planeado con anterioridad y de manera independiente a esta coyuntura, pero Alcalde eligió el peor momento para ejecutarlo, de tal forma que se leyó como una coerción para manipular el voto de sus diputadas.
De todas formas la protección de Blanco ya estaba pactada, tanto en las huestes de Morena como con los partidos aliados. El golpe en imagen se lo lleva Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta.
Por cierto que frente al intento de borrarla de la vicecoordinación, Gabriela Jiménez decidió no votar. En total, 25 diputados federales de Morena votaron en contra de desechar el desafuero contra Cuauhtémoc Blanco, entre ellas Olga Sánchez Cordero y María Teresa Ealy Díaz.
La bancada priista votó en bloque a favor de desechar la solicitud de desafuero contra Blanco, por órdenes de su dirigente Alito Moreno, quien igualmente teme que lo desaforen.
Posdata 3
El enroque en la dirección de Scotiabank México obedece a un tema personal, con la salida de Adrián Otero.
Su relevo, Pablo Elek, tiene el objetivo de dar continuidad a la estrategia de crecimiento del banco, además de fortalecer la innovación, la digitalización y el incremento de la cartera de crédito. También buscará reforzar la participación de la institución en el 24% del valor de las emisiones de bonos ASG en el país, consolidándolo como uno de los principales colocadores a nivel nacional.
Recientemente, la institución obtuvo 11 premios en los Sustainable Finance Awards 2025 de Global Finance, de los cuales seis correspondieron a la región de Norteamérica. México tuvo un papel estratégico en este reconocimiento gracias a colocaciones como el Bono Verde y el Bono Azul.
En los últimos cinco años, Scotiabank ha invertido más de 11 mil millones de pesos en su transformación digital y tecnológica.
Otero, por cierto, llevó a la institución financiera a convertirse en la cuarta más importante de México; cuando asumió el cargo, ocupaba la sexta posición.