El empresario Carlos Slim, considerado el hombre más rico de América Latina, ha intensificado su incursión en el sector energético mexicano al perfilarse como socio estratégico de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el desarrollo del campo Ixachi, en Veracruz, uno de los principales yacimientos de gas natural e hidrocarburos líquidos del país.
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó esta semana que el Gobierno federal analiza un contrato mixto con empresas del Grupo Slim, bajo el marco de las nuevas leyes energéticas. “Sí, se está viendo con las empresas del Grupo Slim”, señaló la mandataria.
La apuesta del magnate, cuya fortuna supera los 81 mil millones de dólares, se da en un momento clave para Pemex, que enfrenta limitaciones financieras severas, con una deuda acumulada de más de 97 mil millones de dólares y pagos pendientes a proveedores por más de 24 mil millones.
Slim ya participa en otros proyectos estratégicos. En julio de 2024, su conglomerado firmó un contrato para desarrollar Lakach, un campo de gas natural en aguas profundas del Golfo de México. Además, a través de Grupo Carso, adquirió Petrobal por 530 millones de dólares, asegurando participación en los campos Ichalkil y Pokoch, operados junto a la estadounidense Fieldwood Energy.
Otro punto clave de su estrategia fue la compra del 49.9% de Talos México —filial de Talos Energy— por 125 millones de dólares, con lo que obtuvo presencia en el campo Zama, uno de los yacimientos marinos más prometedores descubiertos en el sexenio anterior.
Para los especialistas, el músculo financiero de Slim y su historial de discreción y cercanía con el poder lo colocan como el principal candidato a liderar alianzas privadas con Pemex, en una etapa donde el acceso al sector energético es por invitación directa.
De acuerdo con Luis Miguel Labardini, experto en energía, Ixachi requiere tecnología especializada y alta inversión debido a su complejidad geológica. En este modelo, el inversionista —en este caso Grupo Carso— asume los costos y riesgos, mientras que Pemex solo paga beneficios una vez que los campos comienzan a producir.
Ixachi, actualmente, es el principal productor nacional de gas natural, con 626 millones de pies cúbicos diarios. México consume más de 8,000 millones de pies cúbicos al día, pero solo produce 3,400 millones, por lo que depende de importaciones desde Estados Unidos para cubrir el déficit.
El director de la consultora Analítica Energética, Javier Estrada, advirtió que esta dependencia representa un riesgo, especialmente ante posibles incrementos en el precio internacional del gas. Por ello, considera que la participación privada en campos como Ixachi es fundamental para reforzar la soberanía energética del país.
El Plan de Pemex 2025-2030 contempla elevar la producción de gas natural a 5,000 millones de pies cúbicos diarios, con una inversión estimada de 238,000 millones de pesos, pero los analistas advierten que solo será posible con capital privado, como el de Slim, que ya ha demostrado interés y capacidad para operar en proyectos de alta complejidad.
La participación del empresario en estos proyectos representa una de las apuestas más ambiciosas del sexenio para apuntalar la producción nacional de gas, mientras que para Slim es la puerta de entrada definitiva al sector energético, un área que ha permanecido reservada a pocos jugadores.