La pausa arancelaria, graciosa y generosamente concedida por Donald Trump y que fenece el ya inminente 2 de abril –aunque ya les propinó nocauts a los productores de aluminio y acero, lo mismo que a los ensambladores de vehículos– sirvió para que todos nos diéramos en la madre, no para conjurar la amenaza.

De los eventos registrados durante esos 30 días destacan dos que abonaron en la secular polarización que venimos arrastrando.

1) El hallazgo del “no es campo de exterminio” –pero donde sí exterminaron a varios jóvenes– en Tehuchitlán, Jalisco y 2) el vergonzoso espectáculo que ofrecieron la mayoría de los diputados federales que, por órdenes superiores y, al parecer, muy, pero muy superiores, rechazaron desaforar a Cuauhtémoc Blanco para que enfrentara a la justicia por uno solo de los muchos delitos que la sociedad y la autoridad morelense le imputan.

El primero le levantó las enaguas a Morena.

En el segundo, Morena –una de cuyas varias pugnas internas de da entre claudistas y amloístas– solita se bajó las pantaletas.

Uno. Porque la difusión de lo que muy posiblemente sucedió en el narcorancho La Estanzuela durante el sexenio del creador de “abrazos y no balazos” a los delincuentes, develó el alto grado de complicidad entre los funcionarios del régimen de Cuarta… Transformación, al no atraer el caso la Fiscalía General desde septiembre de 2024, justo cuando faltaban días escasos para que concluyera el primer sexenio de AMLO porque, de haberlo hecho, ese tigre habría tenido una mancha más, ¡y ya parecía pantera!

Dos. Y por supuesto, porque el discurso morenista de igualdad paritaria, tanto como el de las “famosas últimas palabras” de Claudia Sheinbaum –“llegamos todas”– puso al descubierto la hipocresía que reina entre los cuatroteros, nunca fieles a sus palabras.

Y ambos casos nos volvieron a confrontar. Dividieron a los mexicanos en bandos. Uno contra el otro. Y a final de cuentas, el gobierno de la 4T contra todos, incluidos aquellos que siguen aplaudiendo en las mañaneras y en los alquilados espacios de las redes sociales.

Sin que nosotros dejáramos de pelear, mientras la señora Presidente atizaba el fuego desde sus tribunas, llegó el cumplimiento del dictum: el mandatario gringo cumplió sus amenazas. Ya impuso aranceles al aluminio, al acero y, apenas, a los automóviles que se ensamblan aquí, lo que ya amaga a la economía y a las finanzas del gobierno –que la Presidente heredó en quiebra–, pero también a las de aquellos que andamos a pie y que no alcanzamos a ver la nuestra.

¡Otra crisis sumada a la que arrastramos desde hace ya más de medio siglo!

Hecatombe, si no sigue la 4T nos dicen

Esa prolongada crisis que se vive en México está en punto de aceleramiento como consecuencia de los aranceles al comercio con los estadounidenses. Se suma al rancio retroceso que se agudizó en México desde 2019, mismo que se trató de disfrazar con un hipócrita patriotismo y una mendaz ayuda a las mayorías, sólo para conseguir la permanencia en el poder de una minoría chusca y depredadora. Extirparon valores consagrados de libertad, equidad y universalidad para vaciar la democracia de contenido y postergar las banderas de la autenticidad ciudadana.

La expresión “no mentir, no engañar, no traicionar” no designa hoy nada positivo. El pensamiento de derecha se infiltró en Palacio Nacional y las palabras que desde ahí salen son una especie de decálogos, catastróficos y vacíos. Un contra pensamiento. Sus ideólogos, sabiéndose condenados, vaticinan la hecatombe, si no damos continuidad al desastre de la 4T. Son ellos o el diluvio. Y fabrican una ideología del miedo.

Las reglas de la mentira y la sospecha quisieron ubicar al margen de la ley, como enemigos del Estado a cualquier ser pensante o diferente. Redujeron las prestaciones sociales a cambio de míseros subsidios en dinero en efectivo, suprimieron las protecciones y garantías sociales y edificaron el patrocinio descarado de las grandes empresas, las suyas, las de sus amigos y compadres, para asegurar sus enormes beneficios personales.

‎El miedo es la medicina idónea de los cuatroteros para atacar la razón, el raciocinio y la solidaridad humana. Allí donde hay miedo, siempre existe una clase gobernante que le tiene terror a la equidad. Es el mejor termómetro para saber cuándo se ha secuestrado cualquier asomo democrático.

Se entronizó un pequeño grupo que pospuso de forma sistemática el papel y la acción del Estado benefactor no fuera que los patroncitos de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua se enojaran con los capataces de aquí. Renunciaron a la autonomía y a la independencia, se abdicó de la aplicación de la Constitución y de sus leyes reglamentarias con aquel nefando “no me salgan con el cuento de que la ley es la ley”.

La crisis económica de nunca acabar

El totalitarismos y el despotismo de la 4T han sido el principal obstáculo para que la gente no entienda, y menos reflexione sobre el significado y las verdaderas causas que originan las mentalidades obtusas y obscenas de la cúpula de la 4T. Todo lo quieren solucionar con las mañaneras del engaño, en las que encueran su pobre antropología.

‎La paciencia del mexicano está colmada de arengas extravagantes y convocatorias sin escrúpulos que son utilizadas como armas inútiles de destrucción masiva contra la memoria colectiva. Insultan la inteligencia y pretenden rebajar la moral pública…

 hasta el grado de intentar convertirla en una simple comparsa de vaciedades retóricas, expresiones ñoñas, consignas insulsas y agresiones impunes contra el derecho a la información, contra el ejercicio pleno de una cultura política sólida, fenómeno reciente, que ya ha enraizado a base de frentazos entre los mexicanos.

El sistema político, las cuestiones electorales, la corrupción administrativa, las votaciones de las Cámaras, los fallos de las judicaturas a modo, los procederes gubernamentales, los entrambuliques de los aparatos financieros y de las bolsas de valores, las dentelladas a los presupuestos públicos, la participación de los medios en la arena política y social, forman parte de la agenda cotidiana de los gobernados.

La crisis no termina. Se agudiza.

Indicios

Que en los corridos tumbados ya no se hable de violencia, sino de amor y respeto hacia la mujer, entre otras cosas buenas, exhortó ayer la señora Sheinbaum. ¿Pretenderá con ello limpiar su imagen, luego de que no se solidarizó con la hermana de Cuauhtémoc Blanco y, por el contrario, la revictimizó? Ya se lo comentaba líneas arriba: las mañaneras están llenas de arengas extravagantes y convocatorias sin escrúpulos. * * * Por hoy es todo. Como siempre, vaya a usted mi reconocimiento por haber leído hasta aquí y reciba mis deseos de que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

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Francisco Rodriguez

Columnista político desde 1977. Apunta con el Índice. Denuncia. Propone. Ha colaborado en El Heraldo de México. Ovaciones, del cual fue director. El Sol de México. El Universal. Revista Impacto. Revista Siempre! Conductor en Radio ABC. Conductor en TV Azteca.

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