Dos frases terminan definiendo los espinosos siete meses previos a las campañas que comienzan hoy: el Poder Judicial está podrido y la elección de ministros, magistrados y jueces se hará sin importar lo que digan. Y allá vamos. Quizá es mi ignorancia, pero luego de escuchar a decenas de voces institucionales, no entiendo cómo se promoverán limpiamente los candidatos sin financiamiento público ni posibilidad de invertir en los medios, con presupuestos que van de un máximo de millón y medio para quienes aspiren a ser ministros de la Corte a 220 mil en los cargos regionales. ¿Cómo los va a conocer y distinguir el votante? Las dudas sobre las boletas y las condiciones en que se sufragará siguen siendo enormes este domingo, por no hablar sobre los distritos en que se votarán ciertos cargos y ciertos no. En fin, allá van 3 mil 442 candidatos a los puestos federales y 2 mil a los locales, impulsados por el lema oficial, guinda: la elección se hará sin importar lo que digan. Para ello se imprimieron 602 millones de boletas. El INE calcula una participación de 12% el 1 de junio. Es decir, unos 530 millones de boletas acabarían en la basura. No importa, porque el Poder Judicial, todo, está podrido. Cuánto desmesuramiento.

Ciro Gómez Leyva

Ciro Gómez Leyva es periodista y escritor, reconocido con premios como el Rodolfo Walsh y el Nacional de Locución. Conduce Ciro por la Mañana en Radio Fórmula y es autor de la columna 365 días, consolidándose como una de las voces más influyentes del periodismo mexicano.

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