El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondrá un arancel del 25% a las importaciones de automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos, en un nuevo intento por atraer la manufactura a territorio estadounidense.
“Será del 25% o más, y aumentará considerablemente en el transcurso de un año”, declaró Trump. Explicó que su objetivo es dar a las empresas tiempo para trasladar sus operaciones a Estados Unidos, asegurando que no habrá aranceles para quienes produzcan dentro del país.
Empresas automotrices en alerta
Las declaraciones de Trump han generado incertidumbre en la industria automotriz, especialmente en empresas con fuerte presencia en México, como General Motors y Nissan.
General Motors, a través de su presidenta Mary Barra, afirmó que la compañía tiene la capacidad de trasladar su producción de México y Canadá a plantas dentro de Estados Unidos. “Podemos minimizar el impacto si se imponen los aranceles”, declaró en enero.
Por su parte, Makoto Uchida, CEO de Nissan, admitió que la compañía evalúa opciones para relocalizar la producción en caso de que los aranceles entren en vigor. Sin embargo, Nissan Mexicana negó cualquier plan inmediato de mudanza.
“No tenemos ninguna información adicional de trasladar nuestras operaciones de manufactura a otro país”, aseguró la filial mexicana.
Responde el Gobierno de Sheinbaum
La presidenta Claudia Sheinbaum minimizó el impacto de los aranceles sobre Nissan, argumentando que sus plantas en México producen principalmente para el mercado interno.
“Perderían el mercado nacional. Son empresas de capital extranjero, pero sus vehículos son principalmente para México, no para exportación”, explicó el 14 de febrero.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, consideró poco viable que General Motors u otras automotrices trasladen su producción, debido a los altos costos de reubicación.
“Nadie se va a ir de México, porque las plantas más productivas las tienen aquí; sería muy caro”, afirmó.
México, clave en la industria automotriz de EE.UU.
Expertos advierten que los aranceles podrían afectar el mercado estadounidense, ya que el país produce entre 8 y 9 millones de autos al año, pero su demanda interna oscila entre 15 y 16 millones de unidades, lo que lo obliga a importar hasta 7 millones de vehículos.
“Si EE.UU. deja de importar autos de México, tendrá que recurrir a Alemania o Japón, donde los costos son mucho más altos”, explicó Óscar Silva, socio de Roland Berger.
Las marcas que más exportan autos desde México a EE.UU. son:
- General Motors: 714 mil unidades.
- Ford: 358 mil unidades.
- Nissan: 326 mil unidades.
Los modelos más exportados son:
- Equinox EV (General Motors).
- Tacoma (Toyota).
- Nissan Sentra.
- Honda HR-V.
- Ford Maverick.
Aunque el impacto de los aranceles aún es incierto, la industria automotriz mexicana se mantiene en alerta ante las políticas proteccionistas de Trump.