AYER SE APROBÓ en comisiones del Senado el dictamen de la reforma que pondrá fin al nepotismo electoral, a fin de que los cargos no se pasen de un familiar a otro.
FINALMENTE el gobierno mexicano presentó su iniciativa de reforma para prohibir la siembra de maíz transgénico. Más que una pieza legislativa, es una especie de oda al grano. Lo malo del asunto es que en su elaboración, no se tomó en cuenta a quienes lo producen.
INCLUSIVE explicaron que la iniciativa presidencial no tiene mucho sustento, pues para proteger eso que el gobierno llama el maíz nacional, se requiere incentivar producción, transformación y comercialización, ¿cómo?, pues mediante inversión y financiamiento en proyectos científicos para hacer el grano más resistente a plagas y enfermedades.
PERO, NO, DE NADA de eso habla la reforma presentada ayer en Palacio Nacional.
EN EL COLMO del desaseo, de tantas pifias que ha acumulado la reforma judicial, las tres ministras de la 4T habían quedado ¡fuera! de la elección de junio próximo debido a las fallas del Senado.
Y AUNQUE ya había concluido el plazo legal y, en términos jurídicos resultaba imposible incluirlas, una mano santa del oficialismo las agregó, ignorando todo lo establecido por la propia reforma judicial.
ASÍ QUE, FINALMENTE, sí podrán participar como candidatas Loretta Ortiz, Lenia Batres y Yasmín Esquivel, aunque para eso alguien haya tenido que pasar por encima de la ley. ¡Faltaba más!
VAYA, VAYA, ahora resulta que a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, no le gustó que su otrora archienemigo, Miguel Yunes Márquez, decidiera afiliarse… ¡a Morena!
AUNQUE no le hicieron el fuchi cuando dejó el PAN para apoyar a la 4T en la aprobación de la reforma judicial, al veracruzano le quieren cerrar la puerta sus propios paisanos. O, bueno, mejor dicho, el grupo de Nahle.
¿PUES QUÉ no se suponía que las milagrosas aguas de la 4T limpiaban todos los pecados? Es pregunta para los arrepentidos.