La soberanía nacional es un concepto elástico. Se estira y se encoge según la conveniencia del gobierno en turno.

En la retórica oficial, México es un país independiente, digno, libre de injerencias extranjeras. Pero en la práctica, algunos extranjeros parecen tener más poder que muchos mexicanos.

Ayer, la propagandista oficialista Sabrina Berman nos regaló un tuit que bien podría figurar en un manual de fanatismo. Citó a Paco Ignacio Taibo II, español avecindado en México y alto funcionario de la 4T, diciendo que apoyar a Trump es traición a la patria y merece pena de muerte. Sí, leyó bien: pena de muerte.

Se le hizo fácil pontificar sobre cómo castigar a los mexicanos que no piensan como él. Pero claro, al poco tiempo borró el mensaje.

No sorprende. Lo único peor que sus opiniones es su convicción de que su pasaporte le otorga autoridad moral sobre la política nacional.

Y esto no es un caso aislado. Hay más extranjeros con poder en el gobierno de la 4T del que están dispuestos a admitir.

Ahí está el caso de Abraham Mendieta, el “Senador 129”. Andaluz de origen, antiguo operador político de Pablo Iglesias en España, hoy tiene oficina en el quinto piso del Senado de la República. No es senador, no hizo campaña, no fue electo por nadie, pero ahí está, con salario de lujo, estructura de poder y recursos que ya quisieran muchos legisladores.

Hace unos años, Lilly Téllez pidió su expulsión del país cuando Mendieta subió a la tribuna como si fuera legislador. No pasó nada. Y hoy, los propios morenistas comienzan a incomodarse con su presencia.

¿Les cae de sorpresa?

Mientras Mendieta disfruta de las mieles del poder, otros extranjeros tienen que brincar burocracias imposibles para trabajar dignamente en México.

La incongruencia es descarada. Se llenan la boca con la defensa de la soberanía cuando se trata de Trump, pero callan cuando se trata de los suyos.

Piden respeto internacional, pero aplauden que extranjeros intervengan en la política nacional.

Defienden a la patria, pero no les molesta que Paco, nacido en Guijón, se sienta con el poder de querer ejecutar mexicanos, en México, por no pensar como él.

Es la misma incongruencia que permite que un movimiento que se dice feminista proteja a hombres acusados de abuso.

La misma que prometió eliminar el fuero, pero lo mantiene cuando se trata de sus aliados.

Así es la soberanía para esta élite: un disfraz que se ponen cuando les conviene. En el México de la 4T, los extranjeros poderosos no son injerencistas si son de la izquierda.

Y luego se quejan de Trump, confundiendo presiones con injerencia.

Si en el discurso oficial, México está distanciado de España, imagínense si fuésemos amigos. Imagínense el sinsentido que estadounidenses decidieran y tomaran decisiones en territorio mexicano, lo bueno que eso no pasa, ¿los aviones sobrevolando nuestro país? Es coincidencia.

Juan Luis Parra

Juan Luis Parra es licenciado en Mercadotecnia, diseñador web y programador con más de 8 años de experiencia. Director de SonoraPresente y fundador de AgenciaSP, actualmente lidera proyectos de publicidad y diseño en varias industrias. [email protected]

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