El papa Francisco, de 88 años, continúa en estado crítico debido a una doble neumonía y una insuficiencia renal leve, aunque se mantiene alerta y con movilidad, informó el Vaticano este lunes.
El pontífice pasó su undécimo día hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma, igualando su estancia más prolongada en un hospital desde que asumió el papado en 2013. Según fuentes del Vaticano, Francisco está comiendo con normalidad y puede levantarse y moverse dentro de su habitación, aunque su recuperación sigue bajo estricta vigilancia médica.
El domingo, el Vaticano informó que su condición se mantenía crítica, con una “ligera insuficiencia inicial” en la función renal, la cual está bajo control. Además, el papa recibe terapia de oxígeno de alto flujo tras haber sufrido una “prolongada crisis respiratoria de tipo asmático”, que requirió una transfusión de sangre.
La neumonía doble que padece ha sido descrita como una infección compleja, causada por dos o más microorganismos, lo que ha complicado su recuperación. Cabe recordar que Francisco es propenso a infecciones pulmonares, ya que en su juventud sufrió pleuresía y le extirparon parte de un pulmón.
Cardenales especulan sobre el futuro del papado
La prolongada hospitalización del papa ha generado especulación entre los cardenales, algunos de los cuales han insinuado que su estado de salud podría llevar al Vaticano a preparar un posible cónclave para elegir a un nuevo líder de la Iglesia.
El cardenal estadounidense Timothy Dolan afirmó en una homilía que Francisco “probablemente está cerca de la muerte”, mientras que el cardenal alemán Gerhard Muller, conocido crítico del pontífice, pidió dejar de especular sobre su futuro y centrarse en la oración.
“El papa sigue vivo y este es un momento para rezar”, declaró Muller al diario italiano Corriere della Sera.
Oraciones por la salud del papa
Ante la incertidumbre, el Vaticano organizó este lunes por la noche un servicio de oración en la Plaza de San Pedro, encabezado por el cardenal Pietro Parolin, el segundo funcionario de mayor rango en la Santa Sede.
Mientras tanto, grupos de fieles se han reunido a las afueras del Hospital Gemelli para rezar por la salud del papa, especialmente junto a una estatua del fallecido Juan Pablo II, quien también fue tratado en ese hospital en múltiples ocasiones durante su pontificado.