El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que su gobierno podría alcanzar “bastante pronto” un acuerdo con México para abordar los problemas de seguridad y migración en la frontera común.
En una entrevista de radio, Rubio confirmó que las conversaciones con el gobierno de Claudia Sheinbaum avanzan con la participación de la Secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, y la Fiscal General, Pam Bondi. El objetivo es evitar la imposición de aranceles anunciados por Donald Trump a las importaciones mexicanas.
“Creo que vamos a tener algo positivo en ese frente bastante pronto”, declaró Rubio en el programa de Clay Travis y Buck Sexton, antes de viajar a Alemania para la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Aranceles pospuestos y cooperación fronteriza
El pasado 3 de febrero, Trump decidió posponer hasta el 4 de marzo la entrada en vigor de los aranceles del 25% a importaciones mexicanas, luego de que Sheinbaum ordenara el despliegue de 10 mil soldados en la frontera para contener el tráfico de drogas y migrantes.
“Estamos trabajando en un plan con ellos de forma colectiva”, explicó Rubio.
El acuerdo busca que México refuerce su lucha contra el tráfico de armas y fentanilo, mientras que EE.UU. intensificará sus esfuerzos en temas migratorios y de seguridad.
“Vamos a trabajar juntos. Ellos en su lado de la frontera, nosotros en el nuestro, para que podamos ocuparnos del problema de tráfico de armas, fentanilo, migración masiva y los cárteles”, agregó el funcionario estadounidense.
Conversaciones con México continúan
El Departamento de Estado de EE.UU. y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México confirmaron que Rubio sostuvo una llamada con el canciller mexicano, Juan Ramón De la Fuente, en la que agradeció las acciones tomadas por México para reforzar el control migratorio.
La administración de Trump justifica la aplicación de aranceles como una respuesta a la crisis del fentanilo, señalando que 74 mil estadounidenses han muerto por sobredosis de la droga fabricada por los cárteles mexicanos.
Con el tiempo corriendo y la amenaza de aranceles aún latente, ambos gobiernos aceleran las negociaciones para llegar a un acuerdo que evite un golpe económico a México y frene la crisis fronteriza.