EN LA LISTA de cárteles mexicanos que Donald Trump pretende clasificar como organizaciones terroristas, ni son todos los que están, ni están todos los que son.

LLAMA la atención que al Cártel de Sinaloa se le considere como un solo grupo cuando hay una clara división entre “Los Chapitos” y “La Mayiza”, que están en guerra desde hace meses.

TAMBIÉN sorprende que aparezca el Cártel del Golfo, una organización muy debilitada que pesa poco en el panorama del crimen organizado comparada con grupos mucho más violentos y que tienen mayor control de otros territorios.

AHÍ ESTÁN “La Barredora”, que tiene en vilo a Tabas co; el Cártel de Santa Rosa de Lima, que ha aterrorizado por años a Celaya y otras ciudades del Bajío; el grupo de “Los Ardillos”, activo en Guerrero, y “La Unión Tepito”, que opera en la CDMX y su zona conurbada.

UNA DE DOS: o la inteligencia que tiene el gobierno trumpista no está actualizada o, como suele suceder con el inquilino de la Casa Blanca, le importa más hacer ruido que cascar nueces.

…Y CUANDO el gobierno de México despertó, se dio cuenta que no éramos Dinamarca.

LA ACEPTACIÓN por parte del subsecretario de Salud Eduardo Clark de que el abasto de medicamentos está en “momentos críticos” ocurre en el contexto de reclamos de pacientes, organizaciones civiles y trabajadores de salud que llevan meses, si no es que años, padeciendo las carencias.

LA DUDA es por qué el funcionario reconoció el problema al reunirse con los integrantes de la Academia Nacional de Medicina y de la Academia Mexicana de Cirugía, pero no lo ha hecho en la conferencia mañanera en Palacio Nacional.

PORQUE, en su más reciente aparición, el funcionario presentó los “avances” en la compra consolidada y prometió que ahora sí en marzo quedaría regularizado el abasto. ¿Será que la realidad al fin le ganó la partida al optimismo? Es pregunta sin receta.