La élite educativa de la 4T: hijos de políticos morenistas estudian en las universidades más caras del país y el extranjero

Mientras defienden la educación pública, sus herederos asisten a colegios de élite y universidades privadas en México, Europa y EE.UU.

Mientras miles de jóvenes de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México batallan por un lugar en las aulas públicas, los hijos de la élite obradorista tienen su futuro asegurado en los colegios y universidades más exclusivos de México y el extranjero. Una investigación de EMEEQUIS revela que las colegiaturas de estas instituciones oscilan entre 250 mil y 1.3 millones de pesos al año, un lujo inalcanzable para la mayoría. ITESM, ITAM, UIA, ITESO, La Salle y la UDLAP son sus favoritas en el país, pero también cruzan fronteras hacia Barcelona, Vancouver, Milán, California y Nueva York, llevando apellidos como Monreal, Bejarano, Ebrard, Salgado y Sheinbaum.

Mariana Imaz Sheinbaum.

Mariana Imaz Sheinbaum, hija de la presidenta, es un caso emblemático. Estudió historia en la UNAM y luego cruzó el Atlántico para una maestría en la Universidad de Barcelona (100 mil pesos), seguida de un doctorado en la Universidad de California (1 millón 22 mil pesos). En 2020, su beca del Conacyt por esa misma cantidad desató polémica, aunque Sheinbaum defendió que fue por “méritos propios”. Más cerca, Mario Delgado, titular de la SEP, formó a sus hijos, Mario Alessandro y Ana Victoria, en el elitista Colegio Alemán, donde cada mes se desembolsan 25 mil pesos por alumno y el arranque escolar cuesta 55 mil pesos por cabeza.

El hijo de Mario Delgado en edición de foto compartida por el político en IG.

El matrimonio Bejarano-Padierna, íconos de la izquierda radical, no se queda atrás. Pese al escándalo de los video-sobornos de 2004, sus hijas, Diana Celeste y Aura Selene, estudiaron en la UDLAP (215 mil 400 pesos anuales) y el ITESM (168 mil 809 pesos semestrales), lejos de las normales donde sus padres forjaron su carrera. La UDLAP, por cierto, se ha vuelto un imán para la prole morenista: ahí se titularon Julio Rafael Menchaca Vite, hijo del gobernador de Hidalgo, y María del Sol Salgado Pineda, hija de Félix Salgado Macedonio.

Marcelo Ebrard, hoy secretario de Economía, también apostó por una educación mixta para sus hijas. Francesca se graduó en psicología en la Anáhuac (1.3 millones por carrera) y luego estudió cine en Vancouver, mientras Anne Dominique optó por moda en Milán (2.5 millones anuales).

Francesca Ebrard se conoce en redes sociales como Francesca Stafford.

Ricardo Monreal, líder de Morena en San Lázaro, envió a su hijo Ricardo al ITESM y a Edna Catalina al ITAM (hasta 48 mil 300 pesos semestrales). Otros como Evelyn y Celeste Salgado (La Salle), o Adán Payambé López (UIA), hijo de Adán Augusto, mantienen la tendencia de una élite que predica austeridad pero invierte en grande.

José Ramón López Beltrán, hijo mayor de AMLO, estudió derecho en la Universidad de las Américas de la Ciudad de México (47 mil pesos semestrales), mientras Jesús Ernesto, el menor, sigue envuelto en misterio tras rumores de estudios en Inglaterra, desmentidos por su padre en 2023 sin aclarar su situación. Así, la “transformación” parece no tocar a los herederos de la 4T, cuyos pupitres están garantizados sin sorteos ni filas.

Mientras el gobierno de la 4T critica la educación privada y la desigualdad en el acceso a oportunidades, la élite del partido envía a sus hijos a las instituciones más exclusivas del país y del extranjero, con colegiaturas que están fuera del alcance del ciudadano promedio.

El contraste es evidente: mientras millones de jóvenes deben competir por un lugar en la UNAM, el IPN o la UAM, los hijos de los líderes morenistas tienen asegurado un espacio en colegios y universidades de élite, financiados con recursos que contrastan con el discurso de austeridad del partido.

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