El Buró Federal de Investigaciones (FBI) incluyó a Fausto Isidro Meza Flores, alias “Chapo Isidro”, en su lista de los 10 criminales más buscados del mundo. La agencia estadounidense lo considera el líder de una organización delictiva de gran magnitud, dedicada al tráfico de fentanilo, metanfetamina, cocaína y mariguana hacia Estados Unidos.
Como parte de esta designación, el FBI ofrece 5 millones de dólares (aproximadamente 100 millones de pesos mexicanos) por información que lleve a su captura.
Un capo con casi dos décadas de impunidad
Meza Flores ha sido identificado como uno de los principales operadores del narcotráfico en el noroeste de México, con fuerte presencia en Sinaloa, Sonora, Baja California Sur, Durango y Nayarit. Su trayectoria criminal comenzó en la década de los 2000, cuando se unió a los hermanos Beltrán Leyva.
En 2008, con la ruptura entre el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva, Meza Flores asumió un liderazgo clave en la facción disidente, enfrentándose a Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada.
Desde entonces, su influencia se consolidó en el norte de Sinaloa, particularmente en Guasave y Sinaloa de Leyva, municipios que ni el Cártel de Sinaloa ha logrado arrebatarle completamente.
Cuatro detenciones y liberaciones inexplicables
A pesar de su historial delictivo, Meza Flores ha sido detenido y liberado en al menos cuatro ocasiones.
- 2011: Capturado en Culiacán por delitos de delincuencia organizada, pero liberado sin explicación.
- 2014: Detenido en Guasave y Ahome en dos ocasiones distintas; en ambos casos, obtuvo su libertad rápidamente.
- 2015: Arrestado nuevamente en Guasave, pero sin consecuencias legales duraderas.
A partir de 2016, su organización criminal se expandió por 13 municipios de Sinaloa, además de fortalecer sus rutas de tráfico de drogas a través del Golfo de California y la frontera con Arizona.
Su vínculo con el fentanilo y la reacción de EU
En diciembre de 2024, el gobierno mexicano aseguró una tonelada de fentanilo en Sinaloa, la cual fue atribuida a “Chapo Isidro”. Este hallazgo aumentó la presión sobre su captura, ya que el tráfico de este opioide sintético es una de las principales preocupaciones de Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de EU ha presentado acusaciones en su contra desde 2012, pero fue hasta 2019 cuando se emitió una orden de arresto federal en el Tribunal de Distrito de Columbia.
Bajo la lupa de la inteligencia militar
Diversos informes filtrados a través de Guacamaya Leaks revelan que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y otras agencias de inteligencia mexicanas han rastreado sus movimientos por años.
En 2022, una operación conjunta entre México y Estados Unidos, denominada “Operación Mongoose”, obtuvo imágenes aéreas de los escondites de Meza Flores en la sierra de Sinaloa.
El sobrevuelo permitió ubicar un complejo de cabañas en El Batamote (Guasave) y una hacienda campestre en Estación Bamoa (Sinaloa de Leyva). Ambos sitios fueron identificados como sus principales refugios.
Un objetivo prioritario para ambos gobiernos
Desde 2016, Meza Flores ha sido catalogado como uno de los 122 objetivos prioritarios del gobierno mexicano. Su influencia lo ha llevado a tejer alianzas estratégicas con otras organizaciones criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Baja California Sur y grupos locales en Sonora.
Actualmente, el FBI y el gobierno de México intensifican su búsqueda, con la esperanza de poner fin a la impunidad con la que ha operado durante casi dos décadas.