El incremento en los vuelos de espionaje de Estados Unidos en aguas internacionales cercanas a México ha encendido las alertas en el gobierno federal. De acuerdo con un análisis de alto nivel al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, la administración estadounidense busca presionar a México para aceptar concesiones en materia de seguridad.

En las últimas dos semanas, la Fuerza Aérea de EU ha llevado a cabo 18 vuelos de vigilancia, un aumento significativo considerando que antes el Pentágono realizaba solo una misión al mes en la frontera con México. Estas operaciones, enfocadas en monitorear al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación, incluyen el uso de aviones Boeing KC-135T Stratotanker y Boeing KC-46A Pegasus, especializados en la captura de imágenes y señales de comunicación.

El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Ricardo Trevilla Trejo, reconoció estos sobrevuelos en espacio aéreo internacional y no descartó que se haya realizado espionaje contra los cárteles mexicanos. En conferencia de prensa, detalló que solo se tienen identificados dos vuelos, los días 31 de enero y 3 de febrero, y subrayó que México no ha recibido ninguna solicitud formal de EU para estas misiones.

“Pues no lo podemos descartar, porque no sabemos qué es lo que hicieron. Ellos no violaron el espacio aéreo nacional”, afirmó Trevilla Trejo al ser cuestionado sobre posibles actividades de inteligencia.

La información recopilada por EU estaría basada en testimonios de Ismael “El Mayo” Zambada y Los Chapitos, quienes han buscado colaborar con el Departamento de Justicia estadounidense para reducir sus condenas.

A pesar del incremento en la actividad de espionaje, el gobierno mexicano ha reiterado que los acuerdos bilaterales en materia de seguridad deben respetar la soberanía nacional. Sin embargo, la creciente presión de Washington sugiere que las tensiones en la relación México-Estados Unidos seguirán en aumento en los próximos meses.