Escándalo en la gimnasia rítmica: jueza manipuló puntuaciones y dejó fuera de París 2024 a la verdadera clasificada

Evangelia Trikomiti es inhabilitada por cuatro años, pero el daño ya está hecho: la verdadera clasificada quedó fuera de los Juegos Olímpicos.

Un escándalo de manipulación en la gimnasia rítmica ha sacudido al mundo deportivo tras revelarse que la jueza Evangelia Trikomiti, máxima autoridad europea en esta disciplina, alteró deliberadamente las puntuaciones en el Campeonato de Europa 2024 para asegurar que la gimnasta Vera Tugolukova, de Chipre, obtuviera una plaza en los Juegos Olímpicos de París 2024.

La Fundación para la Ética de la Gimnasia (GEF), organismo independiente de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG), determinó que Trikomiti cometió “una de las violaciones más graves” al interferir directamente en las calificaciones de los jueces para favorecer a su compatriota y perjudicar a la polaca Liliana Lewinska, quien, sin la manipulación, habría conseguido la clasificación olímpica.

Así se manipuló la clasificación olímpica

Durante la competencia en Budapest 2024, Trikomiti, en su rol de presidenta del Jurado Superior, bloqueó las notas y ordenó cambios en las puntuaciones, incluso contra la voluntad de algunos jueces. Dos jueces la acusaron de manipular los resultados, mientras que al menos otros tres denunciaron “irregularidades” en la evaluación.

Pese a la evidencia, los resultados ya no pueden modificarse, por lo que Lewinska, de 15 años, perdió la oportunidad de debutar en unos Juegos Olímpicos. La gimnasta polaca, subcampeona europea de mazas, expresó en redes sociales su “dolor” por la injusticia.

Mientras tanto, Tugolukova, beneficiada por la manipulación, quedó en el puesto 16 en la ronda de clasificación de París 2024 y no pasó a la final.

Sanciones tardías e insuficientes

Ocho meses después del fraude y seis meses tras los Juegos Olímpicos, la GEF inhabilitó a Trikomiti por cuatro años y le retiró la licencia de jueza, aunque podrá seguir ejerciendo como entrenadora.

Por su parte, la Federación Europea de Gimnasia (UEG), organismo que miró hacia otro lado ante las irregularidades, fue sancionada con una multa de 8,000 euros, una cifra menor a la solicitada por la GEF (10,000 euros).

El caso deja en entredicho la transparencia del sistema de puntuación en la gimnasia rítmica, y aunque la sanción contra Trikomiti es un precedente, el daño ya está hecho: la verdadera clasificada quedó fuera de la competencia más importante del mundo.

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