No, no le deseo la muerte al papa Francisco. Nada más lejos de eso. Me alegra saber que ayer ya respiraba sin asistencia después de habérsele detectado una neumonía bilateral. Así que nadie me excomulgue y tampoco se me espante. Simplemente propongo este texto como un recordatorio/actualización de lo que sucede cuando muere cualquier pontífice, jefe del Estado Vaticano y cabeza de la Iglesia Católica.

Quizá ustedes no lo sepan, pero en 2013 —antes de ser nombrado papa— Jorge Mario Bergoglio firmó su carta de renuncia. En ésta especificó que, en caso de sufrir problemas de salud que le impidieran ejercer su función, dejaría su cargo como líder de la Iglesia Católica.

Son preparativos que esta Iglesia realiza desde antaño y tiene listos. Lo cual es razonable, pues los pontífices pueden ser muy mayores y/o estar enfermos, como es el caso de este papa quien se decantó por el nombre de “Francisco”.
De los 266 papas oficiales y 42 antipapas que ha habido, Francisco es el primer pontífice nacido en el continente americano y de origen latinoamericano. Es el cuarto que ha habido en la historia del catolicismo cuya lengua madre es el español (ya hubo tres papas españoles; dos de ellos los famosos Borgia de Valencia: Calixto III y Alejandro VI). Durante 455 años todos los papas fueron italianos, el último de nacionalidad italiana (Juan Pablo I) duró únicamente 33 días en el papado y su muerte sigue rodeada de sospechas. Después de él, Juan Pablo II fue el primer papa que era polaco y de la Europa del Este. A partir de 1978, otros dos papas NO han sido italianos: Joseph Ratzinger (llamado Benedicto XVI) y el actual.

Con cismas, quiebres y antipapas, la Iglesia Católica continúa. ¿Sabían ustedes que, en los últimos 25 años, el número de católicos ha aumentado 36%? En 2022 había cerca de mil 390 millones de católicos en el mundo.

Pero la elección de un nuevo Papa representa para millones de personas un significado que va más allá del Vaticano y de las creencias de unos y otros. La Iglesia Católica es la organización caritativa más grande del mundo. Hablamos de más de 115 mil 352 institutos sanitarios, de asistencia y beneficencia (hospitales, dispensarios, leproserías, casas para ancianos, orfanatos, guarderías, centros de reeducación social y otras instituciones de muy diversos tipos).

Sea por deceso o por renuncia (como fue el caso de Ratzinger), la elección de quién será el próximo papa se realiza en un cónclave en la Capilla Sixtina, que se encuentra en la ciudad del Vaticano. La palabra cónclave viene del latín “cum clave” (bajo llave), pues los cardenales electores deben estar encerrados bajo llave. Esta forma de elección lleva realizándose casi mil años, cuando en 1059 el papa Nicolás II estableció que los miembros del Colegio Cardenalicio eran los únicos electores del romano pontífice. El cónclave se lleva a cabo entre 15 y 20 días después de que el “trono” de San Pedro queda acéfalo y se hace así para que los cardenales de todo el mundo puedan trasladarse a Roma.

El Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 integrantes, pero solo 138 pueden votar, pues deben cumplir con el requisito de ser menores de 80 años. De estos 252 integrantes hay seis mexicanos, de los cuales, por cuestión de edad, sólo dos podrían votar o ser votados: Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega. Benedicto XVI introdujo que se requiera de una mayoría calificada de dos tercios para elegir papa.

Ahora, el último cambio en el Estado Vaticano ha sido introducido por el papa Francisco al nombrar a la monja Raffaella Petrini como la primera “gobernadora” del Vaticano (a partir del 1 de marzo), esto es, ocupará el principal cargo en la administración civil del Vaticano. Ella, sin poder votar, tendrá que hacerse cargo de toda la administración civil de la ciudad-Estado más pequeña en territorio del mundo y supervisará que el próximo cónclave cuente con toda la seguridad, cuidado y certeza que requiere.

Tres en Raya

El único continente donde el catolicismo no ha crecido es Europa. Brasil es el país del mundo con mayor número de católicos; México es el segundo, con un 77.7% de su población.

Sí hubo papas que no eran sacerdotes o diáconos. El último fue León X en 1513, quien pasó de civil a sacerdote, cardenal y papa en un solo día

La Iglesia católica también cojea. Los escándalos de pedofilia, especialmente, han mostrado la cara más inhumana de una institución dos veces milenaria.

Institución política por excelencia. Dos mil años (casi) de pugnas y escisiones, pero sobre todo de disciplina. ¿Domarla? El sueño de cualquier político.

Política que a veces se adapta a las circunstancias y otras veces se queda erguida como faro viendo los tiempos pasar o como incongruencia que debe ser modificada.

Verónica Malo Guzmán

Verónica Malo Guzmán es politóloga, consultora política y columnista de opinión. Miembro de International Women’s Forum, destaca por su análisis crítico y su experiencia en temas de política y sociedad.

Enlaces patrocinados
Comienza la discusión