Drenaje en Dos Bocas llega… ¡tres años después del inicio de su construcción!

La refinería Olmeca enfrentó inundaciones antes de que Pemex resolviera construir cárcamos de agua pluvial.

Nacional

A tres años del inicio de su construcción, la Refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, finalmente cuenta con sistemas de drenaje y cárcamos para mitigar el riesgo de inundaciones, un problema advertido desde el inicio del proyecto.

De acuerdo con documentos de Pemex Transformación Industrial (PTI), los contratos para la construcción de cárcamos de agua pluvial fueron firmados hasta 2022, con las empresas Pimosa y Postensa LGS, pese a que la obra comenzó en agosto de 2019.

Inundaciones desde el inicio

La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto ya advertía que la refinería estaría en una zona de “riesgo alto por inundación”, algo que se confirmó con las primeras tormentas.

  • Agosto de 2021: Una tormenta tropical provocó la primera gran inundación en la refinería, aún en su etapa inicial de construcción.
  • Octubre de 2022: Un frente frío dejó bajo el agua las instalaciones de Dos Bocas y afectó al municipio de Paraíso, Tabasco, donde se ubica la planta.

A pesar de estos antecedentes, los contratos para el drenaje y los cárcamos se concretaron más de 20 meses después de que iniciara la construcción de la refinería.

Un proyecto sin planeación adecuada

Óscar Ocampo, coordinador de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que la elección de Paraíso, Tabasco, como sede de la refinería fue una decisión apresurada y sin planeación adecuada.

“Desde el inicio se sabía que Paraíso es un municipio con alto riesgo de inundación. No era la mejor idea construir una refinería ahí,” advirtió.

Además, criticó la ejecución del proyecto:

“Estamos hablando del método de ‘me canso ganso’. Desde 2018, el presidente López Obrador dijo que se tenía que hacer Dos Bocas y que la iba a inaugurar antes de que acabara el sexenio. Con esos tiempos, no había manera de diseñar y desarrollar bien la obra antes de siquiera poner la primera piedra.”

Con un costo multimillonario y múltiples retrasos, la Refinería Olmeca sigue en la mira por sus fallas en planificación, infraestructura y operatividad, mientras se espera que alcance su producción máxima hasta 2026.